La empresa lucense Granja Campomayor, cuyas instalaciones centrales se ubican en Ximonde (Palas de Rei), inaugura el próximo martes sus nuevas líneas de puesta y clasificado de huevo, así como la primera planta de huevo pasteurizado de Galicia. En el acto estará presente el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, entre otras personalidades.
Estas instalaciones sitúan a Granja Campomayor como una de las empresas más importantes a nivel nacional, tanto por volumen de producción como por el grado tecnológico de sus instalaciones.
De hecho, el sistema de pasteurización de huevo es pionero a nivel nacional, ya que el proceso de calentamiento se realiza mediante ondas. Con relación a los otros sistemas que hay en el mercado, el utilizado por Campomayor «consigue una mayor calidad y vida útil del producto», según explica Rodrigo García, director comercial de esta empresa que, en la actualidad, emplea a casi medio centenar de personas.
Paralelamente a esta nueva línea de huevo pasteurizado, que se comercializa en envases de yema y clara separadas o bien todo junto, el martes también se inaugurarán los centros de envasado y clasificado, entre otras instalaciones.
Granja Campomayor, que da empleo a casi medio centenar de personas, tiene una producción de unos 600.000 huevos al día
Rodrígo García, que pertenece a la cuarta generación de la familia que fundó la empresa en 1945, afirma que las dos naves que la compañía tiene en Palas albergan un total de 500.000 gallinas ponedoras, lo que supone una producción de unos 600.000 huevos al día.
A esta cantidad hay que añadir una producción de otros 125.000 huevos camperos, procedentes de las 25.000 gallinas que se cuidan en la finca que esta misma empresa posee en Arzúa. «Además, tenemos acuerdos con ganaderos de diferentes puntos de Galicia que nos nutren de huevos ecológicos y de codorniz», afirma Rodrigo García.
Granja Campomayor nació como una pequeña explotación que a lo largo del tiempo ha ido creciendo en base a una filosofía en la que lo prioritario «fue siempre la calidad y excelencia del producto», dice Rodrigo García.
A raíz de los cambios normativos surgidos en 2012, esta empresa lucense hizo una rotunda apuesta a favor de la modernización, aunque sin perder el carácter familiar de su estructura y manteniendo esa decidida apuesta por preservar la tradición. «Nuestra intención de futuro es mantener nuestra posición de liderazgo en Galicia y, poco a poco, ir abriendo nuestro producto a nuevos mercados», insiste García.
