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Antón Costas: "Hundiremos la economía si ahora decidimos ahorrar al estar atemorizados"

El catedrático de la Universidad de Barcelona ve crucial reforzar la sanidad para evitar otro encierro y fomentar el consumo

En un escenario inédito para la economía española, en el que el Gobierno central ha tenido que enfrentarse a la pandemia "sin un manual de instrucciones", hacer cábalas sobre cuánto tardará en completarse la recuperación resulta arriesgado. Todo depende de si el rebrote del Covid-19 que vaticinan los investigadores de la Universidad de Minnesota aboca a las empresas a un segundo parón en otoño, de la efectividad de las medidas implementadas por el Ejecutivo y, en tercer lugar, del comportamiento de los consumidores.

Llama a nacionalizar empresas estratégicas en apuros e insta al rural gallego a no perder el tren del Pacto Verde Europeo

Así lo resume el catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, el vigués Antón Costas, que ayer participó en un foro online organizado por el diario El Progreso en cuyo marco repasó los desafíos que deja el coronavirus y el giro hacia un nuevo orden en el que tocará buscar el equilibrio entre el mayor protagonismo de los estados nación y la globalización. "El Covid-19 nos ha hecho muy conscientes de nuestra vulnerabilidad como sujetos y como comunidad, de modo que hemos buscado protección en dos viejas instituciones despreciadas por la arrogancia de la globalización: la familia y el estado nacional", expuso el experto, afincado en Barcelona.

¿Con qué catalizadores se puede acelerar la reactivación?

Además de «inyectar ingresos a los hogares» a través de la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) y de la renta mínima vital que el Gobierno aprobará este viernes, resulta trascendental reforzar el sistema sanitario de tal manera que si sobreviene una nueva ola de contagios "tengamos capacidad de rastreo" y para atender a los infectados sin tener que "cerrar de nuevo la economía". Fomentar la inversión y el consumo privado también son esenciales, pues "si ahora decidimos ahorrar y no gastar porque estamos atemorizados hundiremos la economía".

"Es la primera crisis que los gobiernos provocan al ordenar bajar la persiana a las empresas para proteger un bien superior: la vida"

En el medio plazo, Costas, que es miembro del Foro Económico de Galicia, ve crucial preservar el empleo aunque ello conlleve cambiar de empresa o sector cuando los Erte y la prestación extraordinaria por cese de actividad de los autónomos toquen a su fin. Para España, sumar más de 4 millones de parados más sería "catastrófico".

Activar una política de crecimiento será otro pilar de la recuperación, lo que pasará por que las empresas eleven la productividad explotando adecuadamente su tecnología y mano de obra, sin que ello implique necesariamente destinar más recursos a la I+D+i.

¿El Gobierno debe mejorar el respaldo a las empresas?

Inyectar capital público en compañías que estén en apuros y sean estratégicas es una tarea pendiente. Costas llama a seguir los pasos de Francia y Alemania, que ha creado un fondo de estabilización dotado de medio billón de euros. A juicio del economista, las líneas de avales por 100.000 millones que el Ejecutivo ha habilitado a través del Instituto de Crédito Oficial (Ico) resultan "muy inferiores a lo que necesita la economía española". "Hay que dar más poder al Ico para que pueda actuar de forma anticompetitiva como Alemania, Francia, Italia y Holanda", sostiene el académico, que remarca que, mientras en 2011 la Comisión Europea tumbó el tax lease del naval español, ahora ha autorizado a Berlín a inyectar "miles de millones en capitalización directa" a firmas estratégicas, al igual que Francia se dispone a rescatar Renault, Italia salvará Alitalia y Holanda hará lo propio con KLM. "Nosotros deberíamos ser capaces de tener esta potencia de fuego", recalca.

"Si prolongamos mucho los Erte, se crearán empleos zombi que no se mantendrían sin nacionalizar esas nóminas"

En el terreno laboral, en el recetario de Costas también figura una llamada de atención sobre los riesgos que entraña prolongar demasiado los Erte y así acabar generando "empleos zombi que no son productivos". "Puede aparecer empleo cosificado que se mantiene porque se ha nacionalizado la nómina laboral, pero que en ausencia de esta medida no se podría conservar", avisa el estudioso.

En cuanto al turismo, que representa el 13% del PIB, este ingeniero técnico industrial realiza una férrea defensa de un sector "indispensable para la modernización del país y del bienestar desde los años 60". Convencido de que "a largo plazo", la industria turística es "más estable que la automovilística", Costas aboga por reenfocar la actividad.

¿Qué retos tienen por delante las firmas gallegas?

Gran conocedor de la realidad empresarial por su papel en los consejos de Terras Gauda, Hotusa o Endesa, al volver la vista hacia Galicia, Antón Costas ve indispensable elevar la productividad, reforzar la digitalización y que los emprendedores mejoren su autoestima visto el "éxito" que han cosechado muchas firmas de la comunidad.

"Tenemos mejores condiciones para soportar esta crisis que en la reconversión industrial de los años 70"

De cara a la próxima década, conviene no perder de vista «la oportunidad que supondrá el ‘green new deal’, el pacto verde que impulsa la UE. Galicia debe esforzarse en presentar proyectos competitivos para conseguir fondos comunitarios en un escenario en el que el mundo rural está llamado a eclosionar como generador de empleo y nuevas industrias.

Tras la pandemia, Costas augura movimientos de concentración y una caída de precios que puede poner contra las cuerdas la cuenta de explotación de más de una compañía.

Por otra parte, ve llegado el momento de reforzar la ética, de que las empresas dejen de centrarse exclusivamente en maximizar los beneficios para trazar "un nuevo contrato social" con los trabajadores y las comunidades en las que operan.

España, único país avanzado sin "una trinchera" ante la pobreza severa
Defensor desde hace tiempo de la necesidad de articular un ingreso mínimo para paliar la pobreza, Antón Costas ha asesorado al Gobierno para crear esta cobertura, que unas 100.000 familias comenzarán a cobrar en junio. Convencido de que la prestación debe tener "carácter permanente", como finalmente será pese a que algunas voces defendieron articular una ayuda extraordinaria limitada a la pandemia, el economista recuerda que España es el país donde "en los últimos 15 años más han aumentado la pobreza y la desigualdad". ¿Los detonantes? Una tasa de paro del 14,4% y el hecho de ser "el único país de la Ocde que no tiene una trinchera última contra la pobreza severa".

Defensor de que la expansión económica no vale nada si se edifica sobre la desigualdad, el profesor recalca que "una sociedad decente y una economía progresista no puede permitirse tener 3 millones de personas en situación de pobreza severa".

"Condescendiente" con la respuesta del Ejecutivo de Pedro Sánchez a la pandemia, a preguntas de los asistentes al foro online de El Progreso, Costas se postuló en contra de las políticas de austeridad que ralentizaron la recuperación tras la crisis de 2008. Ahora toca buscar "un mejor equilibrio entre un sector privado dinámico y un sector público eficiente", siguiendo la propuesta de Raghuram Rajan, expresidente del Banco Central de la India y miembro de la Escuela de Chicago, de corte liberal.

Con el Gobierno diseñando una subida tributaria a las rentas altas, el que fue presidente de uno de los think tank más influyentes del país —el Cercle d’Economia— llama a exprimir la capacidad recaudatoria del Iva, el impuesto de sociedades o las figuras ambientales en lugar de crear nuevas figuras. "Los impuestos a las grandes fortunas, a mí me dan un poco de miedo», constató para luego dejar caer que «los ricos no están en el IRPF" y retar al vicepresidente y adalid de esta medida, Pablo Iglesias, a "definir quiénes son los ricos y dónde están".

En cuanto a la financiación del abultado gasto que acarrea la crisis sanitaria, desecha una crisis de deuda gracias al papel que está jugando el BCE. A la espera de que se apruebe el plan europeo de reconstrucción, augura que España solo recurrirá al fondo de rescate Mede si también lo hacen Francia e Italia por el "estigma" que conlleva.

 

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