Unos 88.500 lucenses tiene difícil acceso a dinero en efectivo

Ante la reducción de las oficinas y cajeros automáticos, el BE demanda alternativas para que la población pueda disponer de dinero en metálico 
Usuarios operando en cajeros. PEPE FERRÍN (AGN)
photo_camera Usuarios operando en cajeros. PEPE FERRÍN (AGN)

La profunda reestructuración financiera ha adelgazado el mapa de oficinas hasta tal punto que de las 45.674 que se contabilizaban en 2008, cuando estalló la anterior crisis, el sector ha pasado a contar con 21.705 a cierre de marzo de 2021. En Galicia, el ajuste también superó el 52%, lo que ha reducido a 1.195 las sucursales. Ante una radiografía que, en paralelo, arroja una merma del 19% de los cajeros automáticos, hasta los 49.481, el Banco de España (BE) constata que "una parte de la población carece de un punto de acceso al efectivo en su municipio y en un radio de cinco kilómetros".

El regulador estima que 340.000 ciudadanos viven en ayuntamientos con una vulnerabilidad alta al no contar con sucursales o cajeros en los que poder realizar movimientos y viéndose obligados a recorrer una media de 9,4 kilómetros. Además, la situación se ve agravada por el hecho de que más del 40% de su población supera los 60 años —un colectivo entre el que los medios de pago electrónicos tienen menor penetración— y cuentan con una media de 400 vecinos.

Según el artículo Infraestructura del efectivo y vulnerabilidad en el acceso al efectivo en España, de las cuatro provincias gallegas, Ourense es la más perjudicada, con un 4,9% de su población considerada altamente vulnerable, esto es, unos 15.000 ciudadanos. Le siguen Lugo (0,6%), con unos 1.970; A Coruña (0,5%), con 5.600, y Pontevedra (0,1%), con 950. En términos relativos, Zamora, con un 18,7%, es la peor posicionada.

Otro millón de españoles viven en municipios con una vulnerabilidad media, pues tienen unos 0,6 puntos de acceso por cada 1.000 habitantes y deben recorrer una distancia de tres kilómetros para operar con dinero en metálico. Además, se caracterizan por que la renta disponible está por debajo de la media nacional y suman unos 1.700 empadronados, de los cuales el 35% supera los 60 años. En este caso, Ourense y Lugo son las provincias españolas más tocadas, con un 27,2 y un 26,4% de su población considerada de vulnerabilidad media, esto es, unos 83.400 y 86.600 ciudadanos, respectivamente. En A Coruña, la afectación es del 7%, y en Pontevedra, se queda en el 3%.

Sumando los dos supuestos, el regulador concluye que, en todo el Estado, alrededor de 1,3 millones de personas (el 3% de la población) "se encuentran en una situación que puede considerarse vulnerable". Unos 300.400 son gallegos. Y el supervisor asume que la población afectada será "sustancialmente mayor" a la vista de los Ere en curso en la gran banca, pues solo BBVA y CaixaBank cerrarán 2.014 sucursales.

La autora, Diana Posada, constata que la digitalización y la búsqueda de una mayor eficiencia está detrás de esta problemática y propone recurrir a soluciones "alternativas a los canales tradicionales" como "complemento". Así, apunta a las oficinas móviles, los agentes financieros y los locales de Correos.

De hecho, la experta señala que, por su capilaridad, la red postal, sumada a las sucursales bancarias y los cajeros pueden cubrir al 99% de los españoles con un punto de acceso al ‘cash’ en un radio de cinco kilómetros. Otras opciones con menos arraigo son la retirada o depósito de dinero en locales comerciales, estancos y en la red de Loterías del Estado.

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