El lucense Sergio Vallejo (Peugeot 207 S2000) se reencontró este fin de semana con la competición y lo hizo de forma brillante tras clasificarse en segunda posición, justo por detrás del hasta hace poco su compañero en el Nupel Team Xevi Pons (Ford Fiesta S2000) en el Rallye de Ourense. La tensión derivada después de los acontecimientos de las últimas semanas entre el piloto de Meira y su antiguo equipo se derimió sobre los tramos ourensanos, dejando que fuese el cronómetro el juez imparcial en una lucha que, por su espectacularidad y emoción, superó la mejor de las expectativas.
En su particular duelo, Pons y Vallejo brindaron un extraordinario espectáculo del que pudo disfrutar en directo los miles de aficionados que se trasladaron a las cunetas de las distintas especiales que conformaban este dura y larga edición de la prueba automovilística ourensana. Tanto fue así que el que hasta ahora era el claro dominador entre los vehículos de la categoría S2000, Alberto Hevia, quedó muy pronto eclipsado por el alto ritmo de carrera, haciéndose al final de la misma con un valioso tercer puesto de cara al campeonato, aunque siempre se mantuvo lejos de los tiempos de los dos primeros.
La lucha por la victoria en la presente edición del Rallye de Ourense se presentaba muy abierta, con muchos aspirantes al triunfo final en la prueba. La jornada del viernes terminó con García Ojeda (Subaru Impreza) como primer líder después de la disputa del tramo espectáculo, pero las cosas cambiaron ya en el primer tramo de este sábado sábado, el de San Pedro de Rocas, en el que Miguel Fuster imponía la potencia de su Porsche 911 GT para alzarse con el liderato.
Alberto Hevia (Skoda Fabia S2000) fue el más rápido en el siguiente tramo de la jornada, en la que Vallejo ya se instalaba cómodamente en la segunda posición de la clasificación general, mientras que Xevi Pons se colocaba inmediatamente por detrás en la tabla provisional. El primer golpe de efecto de la carrera se produjo en el cuarto tramo del día, cuando Vallejo marcó un scratch que le servía para auparse hasta la primera posición de la general, superando a un Miguel Fuster, que se vio obligado a abandonar en el tramo siguiente, a causa de la ruptura de un palier.
A medida que avanzó la carrera, el catalán Xevi Pons manifestaba sentirse más cómodo sobre el Ford y a lo largo de la tarde comenzó a recortar tiempo sobre el de Meira, hasta superarlo en el tramo octavo por tan sólo una décima. En las dos siguientes especiales, Pons aumentó su ventaja sobre Vallejo —que arrastraba problemas de degradación de neumáticos hasta los once segundos— aunque en el penúltimo tramo del día, en los Cañones del Sil, era el de Meira el que marcaba el mejor crono, para dejar que todo se decidiese en el último tramo de una intensa jornada.
Pons no falló en el tramo más decisivo del día, marcando un nuevo scratch, sólo siete décimas mejor que el de Sergio Vallejo, pero que fue suficiente para que el piloto catalán se impusiese en el cómputo final de la carrera por una diferencia de 8,4 segundos sobre el lucense. Se terminaba de esta forma una dura lucha por hacerse con el triunfo.
