Xavi Torres: "La estabilidad que tengo en el Lugo no me la esperaba"

El centrocampista de Xávea vive una segunda juventud como rojiblanco en un club con el que ha conectado desde el primer momento. Los "valores" del equipo lucense, el vestuario, su rol como mentor de los jóvenes han impulsado el deseo del futbolista de seguir al lado del Miño
Xavi Torres pasa un balón ante el Mirandés. XESÚS PONTE
photo_camera Xavi Torres pasa un balón ante el Mirandés. XESÚS PONTE

Encontrar la arcadia, el lugar donde la utopía se hace realidad en forma de ciudad nebulosa, acogedora y fiel, donde el microcosmos generado en O Ceao y el Ángel Carro ha sido capaz de impulsar el deseo sedentario a un nómada del fútbol. Xavi Torres llegó al Lugo en el tramo final de su carrera. Lejos de ser un sitio de paso, el de Xávea disfruta cada día tras impregnarse de la idiosincrasia de un club en el que la lucha por cada punto jamás se negocia. Al lado del Miño brilla como un joven de 35 años con el sueño de mantenerse como un referente para todos.

¿Cómo está de su lesión?
Creo que no podré estar ante el Alcorcón. Intenté estar antes de los plazos, pero tuve una recaída y ahora tengo que esperar para ver cómo va la evolución del sóleo. Tenemos ejemplos como los de Sergio Ramos y otros muchos. Es una lesión puñetera, porque te crees que estás bien, pero no lo estás. 

La buena situación del Lugo le permite ser más cauteloso también…
Es lo  que me hace estar más tranquilo. Si fuera la situación del año pasado… Conociéndome a mí, que me encanta acortar plazos porque me vuelvo loco si estoy lesionado, y encima con necesidad de puntos, no me lo querría imaginar. Intenté volver la semana pasada contra la UD Las Palmas y me volví a resentir. Por eso ahora iremos poco a poco para curar todo bien y no estar con recaídas.

El otro día en una retransmisión, el narrador Jaume Naveira dijo que si buscas equipo y Segunda División sale la foto del Lugo, ¿Este equipo es la definición de cómo hay que competir en esta categoría?
Da gusto cuando escuchas a gente que habla bien del equipo. Eso significa que estamos haciendo bien las cosas. Este año se nos ve un equipo muy competitivo y muy difícil de ganar. Dentro del vestuario somos una familia, desde todos los trabajadores hasta el cuerpo técnico y nosotros. No te puedes ni imaginar la alegría que da poder pasear por Lugo y ver que la gente y la afición que viene siempre al campo está contenta. Esta es la mayor satisfacción para nosotros.

¿Cómo se construye un colectivo como este, que siempre rinde?
El ADN del Lugo siempre ha sido ser un equipo difícil. El propio lema de Aquí hay que sachar lo dice. Con la llegada de Rubén Albés, cuando pudo empezar a trabajar con el equipo, ha ido construyendo una base muy sólida y a día de hoy se ve que somos de los equipos que menos ha perdido en la Liga. Tenemos un plan de trabajo que se basa en dar la vida por el escudo, la camiseta y por el compañero que tenemos al lado.

Cuando tienes una edad tienes que cuidarte mucho, sobre todo el peso. Cada año intento bajar un kilo y estar más fino

¿Los rivales plantean ya los partidos con miedo al Lugo?
No sé los demás equipos cómo plantean los partidos, pero es verdad que nosotros este año nos hemos ganado el respeto del resto. Somos de los equipos que menos pierde y estoy seguro que los equipos rivales saben que jugar y sacar puntos contra nosotros es muy difícil. Todo eso es positivo, pero sabemos que quedan trece partidos de Liga. Este domingo el partido es muy importante y necesitamos de nuestra gente para que nos ayude. Ellos siempre nos hacen sacar fuerzas cuando no nos quedan.

¿Hasta qué punto influye en el rendimiento el estar alejado de la zona baja?
Es verdad que cuando estás ahí abajo juegas con un poco más de nerviosismo. Pero nosotros, ahora, ese nerviosismo no lo tenemos. En el vestuario sabemos que no hay nada hecho, pero nos hemos ganado el derecho de estar a once puntos. Pero en el fútbol pierdes dos partidos o los ganas y se ve todo diferente. Nosotros tenemos que seguir en nuestra línea. No podemos perder nuestro ADN, que es el de dejarnos la vida. Si en cada partido transmitimos y hacemos todo lo que el entrenador nos dice tendremos muchas posibilidades de sumar puntos.

¿Esos finales de temporada agotan a nivel personal, a la hora de desconectar en casa?
La Liga de Segunda División es larga y, aunque somos unos privilegiados por hacer este trabajo, a medida que se acercan los últimos partidos esa fatiga y ese agotamiento mental existe. Ojalá podamos llegar a esos últimos partidos de forma distinta al año pasado y podamos tener un final de temporada tranquila para disfrutar nosotros y la afición.

En poco más de un año Xavi Torres ha demostrado ser perfecto para el Lugo, ¿Pensaba que iba a tener este impacto en el club?
Nunca piensas en eso. Yo pensaba en venir al Lugo a dejarme la vida por conseguir el objetivo del club. Es verdad que el año pasado hubo cambios de entrenador y, aunque sí rendí y lo dejé todo en el campo, no es como este año. Este año me encuentro muy bien y al nivel que tenía cuando jugaba en Primera División. Estoy muy contento de poder ayudar a mis compañeros y al club a conseguir los objetivos. Ahora es una pena por la lesión, porque estaba haciendo una temporada buena, pero ahora tengo que recuperarme lo antes y lo mejor posible.

El padre de Clavería, el mítico portero Jesús Clavería, decía que ser líder es algo innato, que hay que nacer con esa característica. Parece que Xavi Torres tiene esos genes. ¿Le viene de familia ese carácter, ese arrojo?
A ver, mi madre tiene carácter, pero yo soy una persona que desde pequeño siempre he sido un inconformista. He sido una persona que no podía jugar ni a las canicas porque si perdía me enfadaba. Era un carácter que a medida que han pasado los años lo he ido conduciendo de la mejor manera, pero es cierto que eso lo llevo dentro. Mis compañeros pueden contar que cuando estamos jugando en el gimnasio a algo todos me pican porque saben que no puedo perder. Soy así, odio perder. No me entra en la cabeza el acabar un partido y no haber dejado todo lo que he podido dejar. Si pierdo y aún por encima no lo he dado todo, sufro mucho.

Le gusta mandar en el campo, eso es innegable, también hablar con los árbitros, rivales… ¿Es la salsa para un jugador de fútbol?
Es verdad que mucha gente me dice: ‘Qué pesado, siempre hablando’ (bromea). Pero bueno, tarjetas por protestar nunca me sacan ninguna. Por la tele se ve una cosa pero luego en el campo es otra. A los árbitros o a los rivales siempre les hablo con respeto. Me gusta que mis compañeros vean que estoy metido protestando. De hecho he tenido compañeros que me han dicho: ‘Xavi, si te veo que no protestas es como que no estamos metidos’. Es algo que lo llevo dentro, que me gusta, que me hace estar metido en mi trabajo, pero siempre con respeto.

Los jóvenes siempre me van a tener al lado para ayudarles y decirles la verdad

Ricard Sánchez aseguraba que usted se comporta casi como un padre para los jóvenes, aconsejando, ayudando, apoyando... ¿El veterano debe tener ese papel paternal?
Siempre les digo que yo no soy ni mejor ni peor que ellos. Lo único es que yo tengo más es experiencia. Por ejemplo, el otro día con Diego Alende hablé con él en el gimnasio nada más llegar de Las Palmas y le dije que todos fallamos y que ojalá fallara más a lo largo de mucho tiempo porque significará que lleva mucho tiempo jugando, que sigue en el fútbol, en la élite, y que no se preocupara. Son cosas que yo he vivido y que ellos no tanto. Me gusta ayudarles, no porque sepa más o sea mejor, sino porque tengo experiencia que puede servir para jugadores que tienen mucho potencial y que sé que pueden fallar, pero que se dejan la vida en el campo. Ellos siempre me van a tener ahí para ayudarles y decirles la verdad de todo.

¿Quién fue su mentor en el fútbol?
He tenido muchos. Con Guardiola aprendí muchísimo, pero soy una persona que siempre intento aprender de todos, tanto lo que puedan hacer mal como lo que puedan hacer bien para llevarlo a mi terreno. He fallado muchas veces y me ha encantado cuando un compañero mío me dice: "Xavi, olvídate de eso, que estamos contigo y ojalá falles porque significará que estás jugando". El otro día, sabiendo que Diego (Alende) no tuvo su mejor día, pero como nos ha pasado a todos, teníamos que levantarlo porque era uno más de nosotros y necesitamos que pasara página lo antes posible. Son detalles, como con Ricard (Sánchez), cuando no estaba en su mejor momento, que le animas para que siga trabajando duro y hacerle ver que su momento llegará. Y mira ahora como está ahora Ricard. Son cosas que me gusta comentar con mis compañeros porque son cosas que hicieron conmigo. La experiencia hace que me guste ayudar a mis compañeros, porque sé que luego ellos me van a ayudar a mí.

¿Da tiempo de aprender o admirar a los rivales durante un partido?
Cuando estoy jugando un partido no tengo tiempo de admirar a un rival, me fijo más en los míos, en tenerlos a todos concentrados y hacer nuestro trabajo. Luego es verdad que me gusta ver fútbol. Ahora estoy viendo partidos del Alcorcón para ver en qué han mejorado, por dónde se les puede hacer daño… De eso se encarga el entrenador, pero a mí en el campo me encanta tenerlo todo controlado. Me gusta llegar a los partidos conociendo bien al rival, y eso también es gracias a la gente del staff técnico que nos hace vídeos y nos proporciona mejor información.

Javier Mascherano decía que él el fútbol lo sufría en la cancha. ¿El jugador sufre en los partidos, hay estrés?
Yo sufro. A mí me encanta el fútbol y jamás en la vida se me escuchará quejarme de mi trabajo, pero yo sufro en los partidos porque quiero ganar. Hasta que no veo que voy 3-0 y quedan diez minutos no medio disfruto el partido. Es más, yo disfruto si gano, cuando pita el árbitro. Soy una persona muy exigente y muy inconformista, a la que le ha traído problemas el perder, pero ahora, con 35 años, lo he sabido canalizar mejor.

¿Asusta ver el final de una carrera deportiva en el horizonte o hace que se disfrute más de cada día?
Yo voy día a día. Cuando me toque retirarme lo haré con la cabeza bien alta, pero no visualizo que mi retirada esté pronto. Este año me estoy encontrando muy bien. Fue una pena lo del sóleo. Llovió, el campo estaba duro, se me fue cargando y hubo varios jugadores que sufrimos problemas. Pero yo voy día a día y así lo haré hasta que mi cuerpo diga basta o hasta que me digan: ya no sirves.

Xavi Torres en un partido del Lugo. XESÚS PONTE
Xavi Torres en un partido del Lugo. XESÚS PONTE

¿Cuál es el secreto de la eterna juventud de Xavi Torres?
Cuando tienes una edad tienes que cuidarte mucho, sobre todo el peso. Cada año intento bajar un kilo y estar más fino. Al final es saber cuidarte y tener la suerte de no tener lesiones, porque con más edad se te puede complicar más todo. Yo, con lo cabezota que soy, trabajo y compito día a día para conseguir cada semana los tres puntos.

Si se le hiciera una radiografía torácica, ¿Encontraríamos dos pulmones y tres corazones en el torso de Xavi Torres? Ese despliegue físico en cada partido no es normal…
Siempre me caractericé por correr bastante. Este año me volvieron a tocar niveles altos, pero estoy contento. Ojalá cuando vuelva ahora de la lesión esté a un nivel bueno para ayudar a mis compañeros. Lo bueno de este equipo es que todos somos uno y se está demostrando.

Su posición, tan específica... ¿Le va bien, se siente cómodo jugando en dos puestos casi al mismo tiempo?
Te mentiría si te digo que no. Estoy encantado, súper a gusto en esa posición. Ayudamos mucho a los centrales y luego con balón estamos siempre hacia adelante. Eso nos ha hecho tener una solidez defensiva más alta. Estoy muy cómodo en esa posición y ojalá me sirva para conseguir que seamos un equipo como hasta ahora. Juegue quien juegue en esa posición, como ahora lo está haciendo Pita, lo hará bien. Los jugadores que juegan ahí muestran lo bien que se está haciendo todo y lo bien que lo ha hecho Rubén Albés por encontrar esa estructura en el equipo para tener esa solidez defensiva alta.

Pita, Xavi Torres o Seoane, ¿Serán como Gianluiggi Buffon, jugando hasta los 46 años?
Es que lo de Seo y lo de Pita… No tienes palabras suficientes para poder elogiarlos todo lo que se merecen. Como jugadores, como capitanes, como sentimiento hacia el club… Yo pensaba que lo había aprendido todo y con estos dos fenómenos he aprendido mucho.

Son los 'capos' de un vestuario unido…
Mira que he tenido vestuarios a lo largo de mi carrera, pero como el del Lugo… Somos un vestuario de la hostia. Pero así, no hay otra palabra para describirlo. Somos gente joven mezclada con gente veterana, todos vamos a una, si hay alguien que puede estar mal lo tenemos metido en el barco otra vez… Es una locura. Aquí el vestuario es de lo mejor que he tenido en mi carrera.

Usted es lo opuesto a Puyol o Muniain... ¿Por qué nunca ha sido un one club man o ha pasado una temporada larga en un mismo equipo? 
En muchos equipos en los que he estado es porque se ha parado un traspaso o porque me han firmado. También significó algo bueno. Es verdad que, tras mi salida del Betis fui al Spórting y, a partir de ahí, tomé la decisión de irme a Australia. Luego volví al Elche donde estaba muy a gusto y podría haber seguido, pero me salió lo de irme a los países árabes. Son decisiones y momentos en la vida. Pero ahora, en el Lugo, encontré una estabilidad, tanto yo como mi familia, y un vestuario en el que día a día se hace todo más fácil. Estoy encantado de estar aquí y si mi cuerpo aguanta y el entrenador o el presidente lo ven oportuno yo voy a continuar aquí lo que haga falta.

El Lugo es un club con unos valores que van mucho conmigo

¿Se hace duro ser un nómada del fútbol o le ha aportado más cosas de las que le ha quitado?
Es complicado. Cuando tomas decisiones de irte a otro club porque ha pagado un traspaso o todo es a mejor, pues tiene que ser así. Pero ahora, en el nivel en el que estoy en mi carrera, la estabilidad que he encontrado en el Lugo no me la esperaba. Es un club que tiene unos valores que van mucho conmigo y estoy tan encantado y tan a gusto que casi seguro que mi retirada será aquí, si el club lo ve oportuno. Y que sea dentro de bastantes años.

¿Lugo ha sido tan importante como para que un hombre del Mediterráneo quiera seguir pasando frío?
Estoy muy a gusto. Luego veo a mi familia, que está muy bien, que los niños en los coles están bien, estoy aclimatado al vestuario y al clima… Así se hace todo mucho más fácil. Que vayas a trabajar y que tengas un buen ambiente y buenos compañeros hace todo más sencillo.

De los 12 clubes en los que ha jugado, ¿En cuál ha estado más cómodo?
Te diría que el Lugo ha sido uno de los que más. También en el Levante, cuando nos metimos en la Uefa, teníamos un vestuario espectacular… He tenido buenos vestuarios, pero luego también he estado en otros vestuarios en los que había más competencia, algo que es normal en el fútbol. Lo que no es normal es tener un vestuario como el que hay aquí.

Si tuviera que poner un adjetivo para definir a Pep Guardiola, ¿Cuál sería?
Buff, no lo sé. Un friki, un loco del fútbol. Esta pregunta me la han hecho varias veces, pero no puedo decir todo lo que es Pep Guardiola con un adjetivo. Es muy difícil encontrar un adjetivo para definir a alguien que sabe tanto de fútbol y que como persona es increíble.

¿Es exigente, didáctico, próximo o distante?
Es exigente, próximo… Termina un partido y a lo mejor te coge y te lleva a un despacho y te pone recortes para explicarte las cosas que tenías que haber hecho de forma diferente… Le decía: "Pero hostia míster, que el partido acaba de terminar" y él me respondía: "Sí, pero ahora es cuando todo está más caliente y te quiero explicar esto"...Nah, unas cosas… Que si tú transmitías en el campo lo que te pedía notabas que mejorabas muchísimo.

¿Cómo fue jugar en Australia y en Kuwait?
La de Australia fue un poco una casualidad. Yo había bajado a Segunda División con el Spórting y, de repente, me llamó Diego Castro, con el que yo había jugado en el Getafe, y me dijo que había una oportunidad de que fuera allí. Fue una decisión fácil y por eso me fui para allá. Es cierto que luego allí no estuve tan a gusto. Allí mi mujer y yo tuvimos un bebé, mi mujer con el inglés no estaba a gusto y decidí volverme. Cuando regresé mi cartel era el de un jugador de Segunda División. Volví al Elche, que había ascendido de Segunda B a Segunda aquel año e hicimos una buena campaña con Pacheta. Me llamó Juan Ignacio Martínez, que yo lo había tenido de entrenador en el Levante, para irnos a Kuwait y tomé la decisión de probar otro fútbol. Allí fue difícil. Yo disfruté, pero es verdad que era un país más complicado para estar con mi familia y mis niños. Entonces fue cuando me llamó Juanfran y el presidente para venir al Lugo. 

¿Era complicada la vida en Kuwait?
Es una vida diferente. A lo mejor estabas entrenando y tenías que parar porque iban a rezar. Mi mujer a la calle a lo mejor tenía que ir muy tapada, los niños… Es una vida diferente. La vida fuera de casa la hacías en centros comerciales, que eran enormes, entonces mi mujer no estaba muy a gusto y, aunque yo tenía la oportunidad de estar dos años más, me salió lo del Lugo. Allí quedé bien y me ayudaron, porque sabían que yo quería venir aquí.

¿El jugador español ha perdido el miedo a salir fuera que tenía antes?
Los españoles, como aquí estamos tan a gusto y es una Liga tan buena tanto en Primera como en Segunda, salir fuera nos cuesta. Pero cuando sales fuera hay nivel, otro fútbol y, sobre todo, aprendes otras culturas y otras cosas. Pero al final tu país te tira. Cuando ya tienes tres niños, como tengo yo, piensas en otras cosas. Si encima llegas a un club que tiene el objetivo claro, que es un club familiar y en el que estás a gusto, para un futbolista es lo más importante.

Creo que nos hemos ganado el derecho a que la afición esté contenta de nosotros

Siempre se dice que la Segunda División es una de las más duras del mundo. ¿Esto es así?
Es complicada, difícil y dura. Es cierto que Primera también lo es, pero sabes que hay seis o siete equipos que marcan mucho las diferencias, pero en Segunda podemos ganar, con todos los respetos, al Almería, y puedes perder, con todos los respetos, con el Alcorcón… Hay una igualdad tremenda, jugadores muy buenos, con una mezcla de futbolistas jóvenes que vienen de filiales y de primeros equipos con ganas de tirar para arriba… Es una categoría que me encanta porque hay nivel y es competitiva.

¿El Lugo seguirá en esta categoría?
Tenemos la confianza de ir partido a partido. Es un tópico, pero es así. Estamos a once puntos, pero solo miramos el sumar tres puntos ante el Alcorcón y así quedarían solo doce partidos. Es ir restando y ojalá que cuando falten cuatro o cinco partidos digamos: pues no vamos a sufrir tanto. Pero de momento hay que ir piano, piano, a lo nuestro, porque creo que nos hemos ganado el derecho a que la afición esté contenta con nosotros.

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