Vaya jugada del destino para los hermanos Quintela

Los hermanos Quintela se verán las caras el viernes en un Clavijo-Breogán que se presenta clave para los dos equipos. Ambos jugadores llega en un espectacular momento de forma

Sergi y Érik Quintela se abrazan tras el Breogán-Clavijo de la primera vuelta. SEBAS SENANDE
photo_camera Sergi y Érik Quintela se abrazan tras el Breogán-Clavijo de la primera vuelta. SEBAS SENANDE

LUGO. Posiblemente los hermanos Quintela hubieran preferido enfrentarse en la pista sin tanta trascendencia. Y es que tanto para el Clavijo, donde milita Érik, como para el Cafés Candelas Breogán, donde juega Sergi, el encuentro que disputarán el próximo viernes (21.00 horas) en el Palacio de los Deportes de La Rioja en Logroño, es vital para sus respectivas aspiraciones.

Es decir, la felicidad no será completa para ninguno de ellos. Lógicamente, el que se lleve la victoria sentirá un gran alivio porque su equipo habrá dado un paso importante; en el caso de Sergi para el ascenso y en el de Érik para mantener la categoría, pero seguro que en la cabeza del vencedor también habrá un sentimiento extraño por la decepción y frustración que sentirá su hermano.

Un sentimiento que también se producirá en gran parte de la afición breoganista, que sigue con orgullo y atención la carrera de los hermanos, aunque, lógicamente, en el encuentro del viernes sean las canastas y las acciones de Sergi las que se celebrarán por todo lo alto.

No es fácil que dos hermanos coincidan en la cancha en equipos distintos, y menos que ambos sean jugadores valorados más allá de lo estrictamente deportivo. En ellos se reflejan todos los valores que se trata de trasmitir con el deporte: compañerismo, solidaridad, competitividad, trabajo, humildad... Por eso son el orgullo del baloncesto lucense y todo un ejemplo para los cientos de niños y de niñas que todos los días se entrenan en las instalaciones deportivas.

Además, se da la circunstancia de que tanto Sergi como Érik llegan al tramo final de la temporada en un gran momento de forma y siendo jugadores relevantes para sus respectivos equipos.

Sergi, en una plantilla a priori más exigente, ha dado un paso significativo para convertirse en algo más que un jugador de rotación en el líder de la competición. Ha mejorado en su lanzamiento, ahora mucho más regular, pero es defensivamente donde brilla, siendo uno de los mejores jugadores de la plantilla de Lezkano en este aspecto. Su lucha, su intensidad y su inteligencia le permite, como sucedió el pasado domingo ante el Araberri, contagiar a sus propios compañeros y cambiar el rumbo de un partido.

Para Érik esta temporada se presentaba como un auténtico reto. Cuatro años después de su paso por el Breogán, el lucense volvía a jugar en LEB Oro. En realidad, fue una apuesta muy controlada, porque en el Xuven de Cambados había alcanzado el grado de madurez que quizá le faltó al llegar demasiado pronto al equipo de su ciudad.

Érik aterrizó en el Clavijo con la total confianza de su técnico, Jenaro Díaz, y el lucense no defraudó. Es el segundo jugador más utilizado de su equipo, solo le supera el estadounidense Evan Yates, y una pieza básica en el juego del conjunto de Logroño. Hace un par de jornadas mereció la distinción del MVP de la jornada tras alcanzar ante el Iberostar Palma una valoración de 29 puntos, tras anotar 17 puntos, capturar 5 rebotes, repartir 5 asistencias, recuperar 4 posesiones y recibir seis faltas personales.

Érik está siendo un jugador vital en la recuperación de un Clavijo que ha ganado sus últimos cuatro partidos —a Manresa (73-61), Barcelona B (68-88), Palma (76-60) y Huesca (62-79)—, siempre con un gran protagonismo del lucense.

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