Vallejo puede con todo

Desde el año 1996 no se imponía un piloto gallego en el Rallye Rías Baixas. El último en hacerlo fue el lucense Sergio Vallejo. Aquella victoria —la primera en categoría absoluta que conseguía en su carrera deportiva— le sirvió para abrirse un hueco definitivo dentro de la élite del automovilismo nacional. Trece años después, Vallejo se volvió a subir a lo más alto del podio. Y lo hizo con un dominio total, imponiendo su ley sobre el asfalto y dejando la carrera prácticamente decidida en los tramos de la mañana, aunque, luego, esa mala suerte que parece acompañar este año al Porsche del Nupel Team, se encargara de dar a la victoria de ayer unos tintes casi épicos.

A falta de tres tramos cronometrados, la victoria de los hermanos Vallejo parecía incuestionable. Por eso, se preveía que los kilómetros cronometrados que faltaban por disputarse no fuesen más que un mero trámite.

De hecho, los hermanos Vallejo (Porsche 911 Nupel) afrontaban este antepenúltimo tramo con una cómoda ventaja de 38,2 segundos sobre el segundo clasificado, Miguel Fuster (Porsche 911), y 52,3 sobre su compañero de equipo Xevi Pons (Mitsubishi EVO X), tercero.

Altas temperaturas
El calor que acompañó a los pilotos durante la jornada también marcó la carrera. Fuster llegó a la meta del noveno tramo con sus neumáticos totalmente degradados, razón por la cual sufrió un trompo en la última curva.

Fuster perdió unos valiosos segundos ante Xevi Pons, apretándose así la lucha por la segunda posición de la carrera. Sin embargo, el peor parado en este tramo fue Vallejo, que rompió el ‘palier’ de su vehículo y llegó a meta con evidentes problemas que hacían temer por un nuevo abandono, ya que debía recorrer más de 30 kilómetros hasta el parque de asistencia. El Porsche llegó, aunque fuera del tiempo reglamentario, lo que le costó una penalización de 30 segundos.

De este modo, el penúltimo tramo del día se afrontó con Fuster en primera posición, seguido por Vallejo a 19 segundos. Éste se lanzó por todas y ya en ese penúltimo tramo arrancaba a Fuster 20,8 segundos, lo que le permitió volver a ponerse líder con sólo 1,8 a favor. El último tramo fue otro ejemplo de pundonor del lucense, que volvió a marcar un nuevo ‘scratch’ para ganar la carrera con una ventaja de 9,7 segundos.

En este último tramo de la jornada se produjo el abandono del también lucense Pedro Burgo, que no pudo acabar así una carrera en la que, según sus palabras, no llegó a sentirse «cómodo» en ningún momento.

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