El entrenador del Leche Río Breogán, Sergio Valdeolmillos, aseguró ayer que «no estoy nada desanimado» y justifica su confianza analizando la situación actual de su equipo y marcando las pautas que considera imprescindibles para su recuperación. «Todavía queda competición y creo que soy capaz de que esto vaya cambiando poco a poco. Sigo pensando lo mismo que al principio. Yo vine aquí con un objetivo, con un reto y desde luego no estoy nada desanimado, sinceramente.No voy a esconder que la plantilla tenga calidad, que sea un buen equipo, pero ahora tenemos que ser un equipo de currantes y coger el pico y la pala y aun no las hemos cogido».
Tras la dolorosa derrota ante el Ford Burgos, Valdeolmillos considera que «lo primero que yo valoraría es la mentalidad. Pienso que hay experiencias que han tenido antes y las siguen teniendo ahora que cuando se repiten no tenemos la suficiente capacidad de lucha para afrontarlas». Esta circunstancia, según el técnico, se ve condicionada por hechos como que, «éste es un equipo que se ha planificado para ascender y tiene que estar ahí arriba. También porque se ha perdido con todos los equipos de arriba y además por toda la dinámica de lesiones».
Ante esto, el entrenador del Breogán, explica que «después de ver el vídeo del partido ante el Burgos, no puedo valorar errores técnicos o tácticos que los hubo y muchos. La realidad es que no somos tan malos y lo primero que tenemos que empezar a ser es competitivos, jugar de tú a tú. A partir de aquí ya se podrán corregir errores de cualquier tipo».
De la actitud de los jugadores, Sergio Valdeolmillos dijo que «es cierto que hay cosas que no me gustaron, pero no soy muy de señalar a nadie con el dedo. Tengo la idea de que un equipo de baloncesto es como una familia y si tengo una queja más que sacarla a la luz pública tengo que comentarlas a los jugadores. Las cosas que vi en el partido ya se las dije al equipo en los 50 minutos que los tuve en los vestuarios tras el encuentro. Ya están dichas las cosas que se les tenía que decir».
El estado físico de la plantilla parece otro de los graves problemas que limitan la capacidad de los jugadores breoganistas. «No quiero hacer comentarios ni valoraciones del trabajo que se hizo con anterioridad a mi llegada. Es algo que me preocupa, pero creo que soy capaz de reconvertirlo de aquí al final de temporada. Veo que a veces queremos y no podemos y la sensación que tuve en el partido ante el Burgos es que ellos iban con dos o tres marchas más que nosotros».
GANDÍA
El próximo viernes, 20.45 horas, el Breogán recibe la visita del Gandía. Para el entrenador del equipo lucense, «el primer objetivo está en ser competitivos. Ahora mismo me da igual el rival que venga sino que nosotros consigamos volver a estar a un nivel competitivo que nos permita afrontar esta competición y cuando hablo de confianza y mentalidad… Del partido de Burgos salimos bastante dañados y ahora hay que reconstruir esto de cara al viernes».
