Trece triunfos, nada menos, separan en la tabla clasificatoria al Cafés Candelas Breogán y al Iberostar Palma. Un dato que en sí mismo debería servir para establecer con claridad quién ostenta la condición de favorito en el encuentro que ambos protagonizarán esta tarde (20.30 horas) en el Polideportivo de Son Moix de Palma de Mallorca.
Sin embargo, de cara a la resolución de ese encuentro lo hecho hasta ahora no asegura nada en cuanto al posible resultado, aunque sí marca las opciones reales de uno y otro equipo. El Iberostar Palma llega al encuentro después de ganar sus tres últimos duelos - y poniendo en apuros hace cuatro jornadas al Manresa (72-67)-, y con cierta desesperación, que a veces se traduce no muy fielmente en motivación, por su complicada situación en la tabla, que le situa al borde del descenso. Pero esto no le faculta para que de repente se compensen todos los desequilibrios que le han dejado tan lejos de sus objetivos iniciales.
Que el Iberostar Palma tiene jugadores de calidad y que lo demostraron anteriormente en otros equipos es indiscutible. Al igual que el hecho de que es un equipo que desde la línea de 6,75 metros tiene pocos adversarios en esta competición. Pero la Liga no es un concurso de triples. No es solo eso, y de momento el Iberostar Palma es lo único que ha ofrecido para imponerse a sus rivales.Porque el juego de equipo casi no ha existido, ni tampoco la debida dedicación defensiva. Tampoco es fácil salir a flote si a todo esto se le une una evidente fragilidad en el rebote.
No es casualidad que, a pesar de todo el desembolso realizado durante el verano, el conjunto insular no haya logrado ganar en esta temporada ni un solo partido a ninguno de los equipos que están clasificados en las nueve primeras posiciones. No es el azar, por lo tanto, lo que sitúa a este conjunto en la antepenúltima plaza cuando van disputadas 27 jornadas de Liga.
El Cafés Candelas Breogán podría complicarse la vida. Pero será si los de Lezkano no tienen claro su trabajo o si tienen una de esas tardes negadas ante el aro rival. El peligro de los isleños está claramente localizado. La defensa del conjunto lucense tiene que estar muy atenta al perímetro del rival; es una tarea prioritaria porque en realidad ahí empieza y acaban, como está dicho, las opciones del rival.
A partir de ahí, el Breogán es claramente superior en todas las facetas. Su juego de conjunto se opone al individualismo del rival. Además, la intensidad y el ritmo son otros aspectos característicos del juego breoganista y ante los que el Palma ha demostrado tener poca o nula respuesta.
El entrenador del Palma, Félix Alonso, no ha dudado en señalar que para su equipo será fundamental "reducir el número de posesiones"; es decir, buscar un ritmo lento que impida las transiciones o canastas en superioridad de los de Lezkano. Sin embargo, la fragilidad en el rebote del Palma, sobre todo en ataque, hará complicado que el Breogán no pueda correr y, por lo tanto, controlar el encuentro.
En definitiva, el equipo lucense debe afrontar el encuentro con todo el respeto que se merece cualquier rival y con la consciencia de lo mucho que está en juego, pero sin que esto se traduzca en ansiedad o nervios, porque lo que ante todo deben tener claro los jugadores lucenses es su superioridad como equipo.
