En un pequeño gimnasio, desde hace casi cuatro décadas, una de las escuelas municipales con más historia de la provincia realiza un trabajo que, sin mucho ruido, va dando sus frutos de una forma prácticamente continua. Pero en esta ocasión, en el grupo de judo de Vilalba, se ha juntado una joven generación de judokas que han demostrado una evolución y unas condiciones para este deporte que hacen pensar en que sus primeros triunfos van a ir aún mucho más allá.
Son ocho deportistas de edades comprendidas entre los 13 y los 16 años, por los que hace un tiempo su entrenador, el lucense José Luis Díaz, decidió apostar para formar una generación de buenos competidores, simplemente proponiéndoles más entrenamientos.
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