El CD Lugo-Getafe B que se debería disputar ayer fue suspendido a causa de una gastroenteritis que afectó a la mayor parte de los jugadores del equipo madrileño. Emilio Ferreras, entrenador del Getafe B, explicó que «durante la noche algunos futbolistas
empezaron a vomitar y a sufrir diarreas, y en la mañana del domingo vinieron los doctores al hotel. Pudo ser de una lasaña que paramos a comer en el viaje que hicimos a Lugo en la tarde del sábado».
Los primeros sintomas, según el técnico del cuadro madrileño los sufrieron en la madrugada del sábado al domingo los centrales Álex Pérez y Gotor. «Fueron los primeros en encontrarse mal, pero luego poco a poco fueron cayendo más, como Mendes, Cuchi o Herrera. Salvo casos como el del portero Tomeu y Tello, el resto han ido cayendo. Incluso en el viaje de vuelta a Getafe hemos tenido que parar varias veces, y hasta el encargado del material ha caído. Esperemos que no vaya a más», indicó ayer Ferreras durante el viaje de vuelta.
