Una espina sacada

El Breogán dio el penúltimo paso hacia el ascenso en Valladolid, donde perdió su puesto en la ACB en la temporada 2005-06

Valladolid le debía una al Breogán. Y eso, como un recuerdo que duele, estaba en la mente de muchos aficionados lucenses. Incluso del propio entrenador del equipo breoganista, Lisardo Gómez, que lo recordó en el rueda de prensa posterior al partido que significó la clasificación de su equipo para la final de la LEB Oro el pasado domingo.

Lisardo Gómez, como lucense y breoganista, compartía el recuerdo del descenso más triste y traumático de la historia del Breogán. Lo vivió desde la grada, como un aficionado más. Fue el 14 de mayo de 2006. Se jugaba la última jornada de la Liga ACB y hasta cinco equipos tenían posibilidades de descenso. El que peor lo tenía era el equipo lucense. Después de una nefasta temporada en la que malgastó el presupuesto más alto de su historia, el Breogán necesitaba ganar al Fórum Valladolid y esperar además que el Lagun Aro Bilbao derrotara al Pamesa.

El detalle: Lisardo Gómez vio aquel partido en las gradas del Polideportivo Pisuerga

Pero ni la dificultad del reto ni el manifiesto y largo divorcio existente entre la afición y los técnicos breoganistas -Moncho López y Moncho Fernández- impidieron que Valladolid se vistiera de celeste. Tampoco lo impidieron las absurdas maniobras de la directiva del Fórum para evitar que lucenses compraran las entradas -se llegó a negar la venta de una localidad a un aficionado por su acento- porque, como siempre, se las ingeniaron para hacerse notar y apoyar a su club por encima de cualquier obstáculo y dejando aparcado, al menos hasta el final del encuentro, la ira contra aquellos a los que se consideraban responsables de la situación breoganista.

El Lagun Aro cumplió y derrotó al Pamesa. Pero el Breogán no cumplió su parte. El Fórum dominó desde el segundo cuarto con claridad. La derrota estaba cantada desde antes del descanso (48-35) para todos menos para los seguidores del equipo lucense, que hasta el final mantuvieron los gritos de ánimo.

El dato:  El equipo lucense perdió su plaza en la ACB después de siete campañas en la élite

Cuando se consumó la derrota vino la parte más triste. La de asumir un descenso que se preveía ya desde la temporada anterior aunque un tal Charlie Bell había logrado aplazar el desenlace final. Ni Pete Mickeal, ni Javi Rodríguez, ni Txemi Urtasun, ni Alfonso Reyes o Djuro Ostojic lo pudieron impedir. Aún fue más traumático para los breoganistas ver cómo en el equipo de enfrente había ilustres ex del equpo lucense, como Paco García, Devin Davis o Joseph Gomis. Este último había abandonado el club lucense por sus diferencias con Moncho López.

Al terminar el encuentro, gran parte de los aficionados del Breogán esperaron a la salida de los técnicos. Tanto Moncho López como Moncho Fernández tuvieron que oír las quejas y reproches de los seguidores breoganistas, que acababan de presenciar como un club consolidado, llevaba siete temporadas consecutivas en la élite, perdía su lugar después de varias decisiones que nunca fueron entendidas. Fue el colofón a una pésima temporada y a una tarde triste y con unas consecuencias que el club lucense aún esta soportanto en la actualidad. Lisardo Gómez, aquel que estaba posiblemente también indignado aquella tarde en las gradas como un breoganista más, se ha sacado la espina. Ahora quiere devolver al Breogán adonde estaba antes de aquella tarde.

El dato:  El equipo lucense perdió su plaza en la ACB después de siete campañas en la élite

Más en Deporte Local Lugo
Comentarios