Mes y medio para huir de los agobios, gozar de la tranquilidad e incluso soñar con cotas insospechadas, o para sufrir en una parte final en la que el CD Lugo se citará con los equipos que luchan por ascender. El calendario ha reservado siete duelos en los que el club rojiblanco dirimirá sus fuerzas contra rivales directos. Un balance positivo significará un impulso decisivo para la permanencia. Una cifra de puntos exigua podría condenar al grupo dirigido por Setién a volver al lío del descenso.
Los rivales que esperan hasta la jornada 33 están instalados en la zona media-baja, en una horquilla de cuatro puntos por arriba y siete por abajo. Así, el grupo de Setién tendrá que medirse consecutivamente contra el Huesca, Recreativo, Mirandés, Numancia, Murcia, Rácing y Xerez.
«Esta es la zona de la temporada en la que más distancia podemos meter a los equipos que están por debajo de nosotros. Hay otros elementos como el golaverage que dan más importancia a estos partidos. Son casos como el del Mirandés, al que le ganamos aquí, por lo que sacar un buen resultado allí sería importantísimo. Está el partido del Huesca, el Recreativo viene a Lugo, igual que el Xerez y el Rácing. Son partidos muy importantes para marcar la distancia con ellos. Lo importante de jugar contra estos equipos es lograr el mayor número de puntos», alega el mediocentro Carlos Pita.
