Un palmarés que no para de crecer

El vallista del Lucus Caixa Rural es una de las grandes referencias del atletismo gallego y buscará extender su brillo al campeonato de España al aire libre de esta temporada

Miguel Pérez. VICTORIA RODRÍGUEZSALTAR, CORRER, volver a saltar, pasar vallas, trabajar la elasticidad, la resistencia y la velocidad. Hacerlo seis días, descansar y volver a empezar con una motivación indestructible y exportable a un grupo de trabajo de futuro. Desde tercero de Primaria, el lucense Miguel Pérez (19 de marzo de 1995) sabe que el trabajo duro proporciona satisfacción y éxitos a partes iguales para convertirse en un ejemplo de una disciplina, la de saltador de vallas, que requiere el esfuerzo extra de la especialización.

Pérez posee un palmarés al alcance de pocos en la ciudad amurallada. Su sala de trofeos se amplía cada temporada. Allí se acumulan medallas en campeonatos gallegos, un título de campeón de España júnior en los 60 metros vallas en pista cubierta en 2014, y trofeos en diversas reuniones atléticas. Esta campaña mantiene su buen nivel con el título autonómico en pista cubierta y una plata en el Gallego por clubes. También acudió al Villa de Madrid, donde fue sexto en la segunda semifinal y al Nacional absoluto, donde acabó séptimo en la tercera semifinal.

"Esta temporada está siendo bastante buena, cumplí con los objetivos y fue una motivación extra ir al mitin de Madrid, donde competí contra los mejores del mundo. El campeonato de España pudo ir mejor, pero estuve en mis marcas de siempre", asegura Miguel Pérez.

El lucense no habría imaginado que su nombre estaría en boca de todos en cada pista de entrenamiento gallega cuando empezó en el atletismo, en tercero de Primaria, y trataba de dar salida a la energía de la hiperactividad de un niño de ocho años de edad.

"Era un niño un poco hiperactivo y tenía un compañero, Brais Pérez, cuyo padre hacía atletismo. Él nos contaba muchas historias sobre el mundo del atletismo y me empezó a enganchar. Cuando estaba en los Franciscanos empecé a realizar una actividad que se llamaba predeporte, en tercero de Primaria", recuerda Pérez.

"Después de los Franciscanos me marché para Castro de Ribeiras de Lea y allí tuve un profesor de educación física que se llamaba Pedro García. Él me hizo avanzar mucho. En el Lucus llevo once años. Empecé en su escuela y llevo con mi entrenador, Pablo Gandoy, desde que vine de nuevo para Lugo. Cuando era pequeño me gustaban otras disciplinas, pero las vallas siempre me habían llamado y hasta ahora", añade.

Con Gandoy ha formado un dúo de éxito a lo largo de los años. En la actualidad forma parte de un grupo de vallistas de futuro que se ha conformado, con el aval de los resultados, como el mejor de Galicia. "El grupo de Pablo Gandoy somos varios: estoy yo, Brais Parga, un chico que estudia en Santiago que se llama Iago Núñez y Santiago Rozas. Ellos (Iago Núñez y Santiago Rozas) se entrenan en Santiago y se llevan allí el trabajo diario. En Lugo estamos Brais y yo solos". "Aquí en Lugo tenemos a los mejores vallistas de Galicia sin lugar a dudas", apostilla.

Miguel Pérez se entrena duro seis días a la semana para mejorar y alcanzar su gran reto: llegar a una final de un campeonato de España al aire libre y batir el récord gallego de los 110 metros vallas. "Ahora estamos en pretemporada de la temporada del aire libre y pasamos de 60 metros vallas a 110. Hacemos trote de diez o quince minutos, luego estiramientos, porque la elasticidad para las vallas es algo muy importante. Después metemos técnica de carrera, de vallas y luego pasamos vallas con relativa frecuencia entre vallas. Este es un entrenamiento típico de esta disciplina", destaca.

En su tarea le ayuda Brais Parga. "Se trabaja mejor con un compañero. Ya solo para poner vallas te quita mucho trabajo. Pero lo más importante es para la motivación. No es lo mismo que una serie de 100 o 110 estés tú solo que tengas un tipo al lado y que tire de tí o tires tú de él. Un compañero supone una motivación extra".

A pesar de que es un atleta fiable y brillante bajo techo, donde ha logrado éxitos importantes, Miguel Pérez prefiere entrenarse y competir en los 110 vallas al aire libre. "Entrenar en pista cubierta o al aire libre es diferente. Al aire libre tienes que meter más series y más distancia, también más velocidad y resistencia. Personalmente me gusta más la pista al aire libre, no solo por el tiempo, sabiendo que te entrenarás a 20 o 25 grados, que hacerlo en pista dura, que está frío el ambiente y no se agradece nada", valora.

"Fui campeón de España en 60 metros vallas, pero me gusta más la competición al aire libre por el ambiente en la pista. Es mucho más divertido y lúdico". añade.

El gran objetivo de Miguel Pérez, después de haber competido en pista cubierta, es el Nacional al aire libre. "Quiero meterme en la final del campeonato de España absoluto de 110 metros vallas, pero también tratar de batir el récord gallego, que lleva muchos años en vigor y creo que este año puede ser factible", finaliza.

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