Un extraño verano sin Toro

La ausencia del palista lucense en el Mundial del próximo mes será la primera en eventos del máximo nivel desde que en 2016 consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro
Cristian Toro. AEP
photo_camera Cristian Toro. AEP

Por primera vez desde que en el verano de 2016 conquistó la medalla de oro junto a Saúl Craviotto en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Cristian Toro se perderá una cita del máximo nivel. Y es que el palista lucense no competirá en el campeonato del mundo de Szeged (Hungría), que tendrá lugar del 21 al 25 de agosto.

Tras alcanzar la gloria en los Juegos de Río, Toro se mantuvo en la élite mundial al conseguir dos medallas de plata en el campeonato del mundo 2017 de Racice (República Checa), en el k-2 200 y el k-4 500. Al año siguiente sumó otras dos platas en el Mundial de Montemmor O Velho (Portugal), en k-2 200 y k-4 500, y dos oros en el campeonato de Europa de Belgrado (Serbia), en k-2 200 y k-4 500. Todo parecía bien encaminado para 2019, un año clave, pues en el mismo están en juego los billetes para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Y es que en el piragüismo todo está encaminado hacia los Juegos Olímpicos. En ellos están en juego, además de la gloria deportiva, las becas que permiten a los palistas dedicarse en exclusiva a un deporte tan duro como este.

La prueba en la que es campeón olímpico: k-2 200, ha desaparecido del programa de los Juegos, por lo que la gran esperanza del piragüismo español de cara a Tokio está puesta en el k-4 500. Para determinar qué cuatro palistas defenderán a España en Tokio, la federación ha organizado un largo proceso de selección. El primer paso fueron unas pruebas individuales en Trasona, en las que Toro no entró ni en la final.

La federación determinó tres puestos fijos: Saul Craviotto, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. Y organizó otra prueba en la que estos palistas realizaron un test con Toro y otro con Carlos Arévalo. El k-4 más rápido fue el del lucense, que así se ganó un puesto para la Copa del Mundo. En ella, España acabó quinta, y en los Juegos Europeos de Minsk, séptima. Resultados preocupantes.

Llegado a este punto, el propio Toro anunció su renuncia a participar en el Mundial, dejando su puesto a Carlos Arévalo. La causa es el agotamiento mental. En declaraciones que recoge el diario El País, el actual campeón olímpico de k-2 200 metros explica la razón. "Es la mejor decisión para mí y para mis compañeros. Necesito tomarme un respiro, estaba agotado mentalmente, sin motivaciones. Subirme a la piragua se había convertido en un suplicio", señala.

El mismo día en que hacía pública la intención de tomarse un respiro, Toro publicaba en las redes sociales una foto con su mujer y su hijo (nacido en noviembre) con el siguiente texto: "Gracias a todos por los ánimos. Me encuentro disfrutando de mi familia y pronto estaré al cien por cien".

"Estaba agobiado y se lo estaba transmitiendo a mis compañeros. Deportivamente estaba bien, pero mentalmente estaba cansado. No estaba disfrutando, estaba sufriendo y aguantando. Ahora que he tomado la decisión pienso: tendría que haberlo hecho antes", aseguró a El País Cristian Toro, que promete volver más fuerte. Habrá que ver si lo hace a tiempo para llegar a los Juegos de Tokio.

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