Un empate y dos sensaciones

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el derbi de A Pinguela era una cita muy esperada, primero para ver si llegaba la reacción del Lemos y luego para saber si el Chantada ha mejorado tanto como evidencian sus últimos resultados. Por lo visto en el terreno de juego parece que el conjunto chantadino vive un momento dulce y el que el Lemos tiene todavía que mejorar para salir de los últimos puestos de la clasificación.

Con todo, el guión del partido empezó de la mejor manera posible para el Lemos, que se adelantó en el marcador en su primera jugada de ataque con un buen disparo de Gonzalo Torres desde el borde del área a pase de Brais.Los chantadinos igualaron aún en la primera mitad por medio de Noé, que tras irse de la defensa lanzó un tiro raso que pegó primero en la base del poste y luego se introdujo en la portería defendida por Vene.

Con el tiempo cumplido en la primera mitad, un centro-chut de Araújo se fue a la cruceta por la parte superior y con apuros detuvo Melendo, en una acción que bien pudo suponer el 2-1 para los lemistas.

Ya en la segunda parte, concretamente en el minuto 56, llegó remate de cabeza de Enríquez que salió fuera por poco. La réplica visitante la puso Andrés al plantarse solo ante el portero local, que logró despejar con los pies el tiro del chantadino.

Los últimos minutos del partido se vivieron con los dos equipos buscando la victoria, con dos ocasiones claras para Brais y Tazos, que solos ante Melendo la enviaron a las nubes. Al final, una igualada que deja mejores sensaciones para unos y que pone más deberes a otros. El Chantada lleva siete jornadas consecutivas puntuando, y ayer dio más sensación de equipo y fortaleza que este Lemos que no gana desde hace más de un mes.

Mientras, el Castro no tuvo su mejor día y no pudo pasar del empate ante el colista de la clasificación, el Carral, en un encuentro en que los chairegos se adelantaron en el marcador con un gran lanzamiento desde más de 30 metros por parte de Pillado. Pero los coruñeses neutralizaron la ventaja del equipo lucense cuando apenas restaban ocho minutos para la conclusión.

El conjunto que entrena Manolo Mandiá notó demasiado las bajas de dos jugadores importantes en su esquema de juego, Xaime y Albertito. Con todo, en la primera mitad fue el Castro quien dominó, el que tuvo el balón y quien supo ponerse por delante en el marcador. Pero tras el descanso el equipo chairego perdió la concentración, como le ocurrió la pasada semana ante el Chantada. Ayer, ese déficit de concentración le costó el tanto de la igualada, que logró Fran en el minuto 82.

El Castro, pese a su partido gris y al hecho de medirse a un conjunto que no lleva una buena temporada y que ayer tampoco ofreció una buena imagen, tuvo ocasiones para marcar y dar una alegría a los aficionados que se acercaron al Municipal de Castro. De hecho, el Carral evidenció en varias fases del partido por qué es el colista en la categoría.

Después de este empate, el Castro también demostró que espera como agua de mayo la recuperación de un futbolista de la zona de ataque, el exjugador del Rácing Vilalbés Félix, lesionado de gravedad en la pretemporada y que todavía no ha podido debutar con su equipo. Tras este empate con un sabor realmente agridulce, ahora al Castro ya le toca pensar en el reto de conseguir algo positivo del campo del líder Bergantiños la semana que viene.

Un equipo que acabó el día con una sonrisa y con una sensación más que positiva es el Residencia, capaz de conseguir un punto en el campo del poderoso Silva. El meta lucense Yebra fue uno de los grandes protagonistas del choque.

La nómina de paradas de Yebra empezó con dos acciones ante Bam Bam antes del descanso. Hubo total dominio local en la segunda parte. Luego, Miguel tuvo hasta tres cabezazos a balón parado sacados por el héroe visitante. También lo intentó Diego Lois en acción de estrategia. Con un intensivo repliegue, el Residencia aguantó la igualada en A Grela y hasta pudo ganar en el tiempo añadido merced a una individualidad de Dani que fue resuelta en el mano a mano por el portero David Yáñez.

La igualada de ayer ante el Silva tiene el doble de mérito para el Residencia, en el que debutó el juvenil Adrián, al presentarse al encuentro con una lista de siete bajas: Ferreiro, Otero, Carlitos, Ziko, Hugo, Coedo y Omar. El Residencia superó esas dificultades y con Yebra al frente fue capaz de dar uno de los campanazos de la jornada.

La noticia excelente de la jornada llegó con la victoria a domicilio que consiguió el Viveiro. El conjunto mariñano se llevó los tres puntos en un duelo alocado y marcado por los nervios en el campo y en los banquillos, hasta el punto de que los dos entrenadores acabaron expulsados. El Narón golpeó primero, pero el Viveiro mostró su pegada y la calidad de sus jugadores para colocarse con un 1-3 en el marcador y poner todo a su favor para hacerse con el triunfo y avisar a los rivales de que puede dar el salto definitivo que muchos esperan.

Cayó el ribadeo

El Ribadeo perdió en Sada su condición de único invicto en la categoría. El conjunto de Manolo Vilachá se adelantó en el marcador al inicio de la segunda mitad, pero vio cómo su rival le remontaba. Los últimos minutos del duelo fue un querer y no poder por parte de un Ribadeo que lleva ya una racha de cinco jornadas sin conocer la victoria y que ansía sumar otra vez de tres en tres. Isma pudo lograr el empate en los últimos instantes del partido, pero no acertó en el remate y ahí se esfumó la última esperanza mariñana de conseguir algo positivo.

Colaboraron en esta información Pepe Mourelo, José Ángel Díaz y la Agencia Deportiva Galega.

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