Un domingo de cambios

Lugo y Extremadura se enfrentarán en el Ángel Carro con la obligación de modificar sus líneas más efectivas: la defensa en el caso de los rojiblancos y el ataque en el de los de Almendralejo

Kravets centra ante Laure. XESÚS PONTE
photo_camera Kravets centra ante Laure. XESÚS PONTE

Cambiar lo que funciona y hacerlo por obligación. Modificar los pilares que sujetan la estructura del éxito de dos equipos que se juegan algo más que tres puntos este domingo (18.00 horas) en el Ángel Carro. El Lugo y el Extremadura tendrán que sustituir piezas en sus mejores líneas por sanción. Los rojiblancos lo harán por cuarta semana consecutiva en su defensa, mientras que los de Almendralejo tendrán que vivir noventa minutos sin su gran referencia ofensiva: Enric Gallego.

El partido de Riazor mostró un nuevo ejercicio de brillantez defensiva. La zaga es la gran baza del conjunto lucense, una vez que la ofensiva sigue con el freno puesto y a la espera del combustible del mercado invernal. La parte de atrás es la que sostiene al equipo, una realidad que se demostró en los últimos tres duelos, donde sumó tres empates ante el Almería y el Deportivo a domicilio y en inferioridad, y frente al Spórting en el Ángel Carro.

En esos tres partidos tuvo que cambiar la zaga. La había repetido en los encuentros de Pamplona y Las Palmas. Habían formado en esos partidos Josete y Vieira como centrales y Campabadal y Kravets en los costados. Ante el Almería, la ausencia de Kravets por lesión fue suplida por Luis Ruiz, quien acabó expulsado y no pudo formar contra el Spórting. Ante los asturianos fueron Josete y Vieira los que acabaron amonestados y su quinta amarilla les impidió formar en Riazor, donde entraron Bernardo y José Carlos. El carrusel de tarjetas y expulsiones del colegiado catalán Ávalos Barrera se llevó por delante a José Carlos con una roja directa y a Kravets, quien vio la quinta cartulina y tampoco estará ante el Extremadura.

Con Bernardo en la rampa de salida, el alivio para el técnico Alberto Monteagudo es la recuperación de Josete y Vieira, que volverán a un once que rinde como colectivo por encima de todo. Tampoco estará Seoane, quien contribuye a minar la ofensiva rival con su capacidad para acudir a las ayudas y a las coberturas con su inteligencia y disciplina táctica.

SIN EL ARIETE DE MODA. Si el Lugo cuenta con bajas en su mejor línea, el Extremadura tendrá que aprender a jugar sin su gran referencia arriba: Enric Gallego. El cuadro de Almendralejo destaca por su poder anotador, no en vano es, con 27 dianas, el quinto equipo más goleador de Segunda División, solo superado por los cuatro primeros de la tabla y el Cádiz.

Pero de esos 27 goles más de la mitad, 15, son obra de un mismo hombre: Enric Gallego. El punta de 32 años vio la quinta amarilla ante el Alcorcón -como su compañero Pomares- y no jugará en el Ángel Carro.

La figura de Gallego aglutina buena parte de un juego que se ordena en torno a un 4-4-2 similar al del Lugo. El delantero catalán comparte la punta del ataque junto a Kike Márquez, quien es el segundo máximo realizador del Extremadura con 3 tantos -12 menos que su compañero de línea-. Gallego es el encargado de controlar el balón cuando se opta por el juego directo y ofrecer espacios y más libertad a Márquez.

Las alternativas a Enric serán dos exrojiblancos como Enzo Rennella o Chuli, aunque ni el franco-italiano ni el andaluz cuentan con el acierto y el estado de forma del actual pichichi de la categoría.

Quizás Rennella, por su corpulencia y capacidad para ejercer de boya sea el sustituto más próximo a Gallego, aunque apenas ha contado como titular para Antonio Rodríguez, Rodri, técnico del Extremadura.

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