La etimología futbolística atribuye al término derbi una connotación de máxima rivalidad o de encuentro entre dos equipos que comparten un mismo espacio geográfico. En este último caso, lo acostumbrado es ambos sean de una misma ciudad o comunidad autónoma. Por ello, Lugo y Ponferradina juegan el próximo domingo (17.00 horas) en El Toralín un derbi atípico, por primera vez en Segunda División. No hay máxima rivalidad, tampoco pertenecen a una misma autonomía. Pero la proximidad entre las dos ciudades -solo las separan 114 kilómetros- permite ajustar el término para vivir noventa minutos especiales.
Uno de los veteranos de la plantilla rojiblanca, Carlos Pita, que el domingo cumplió su partido número 100 con el Lugo, concuerda con este calificativo e indica que «siempre hay muy buen ambiente en los partidos ante la Ponferradina. Estando tan cerca es un miniderbi, pero en el buen sentido, porque no hay apenas rivalidad, ya que las aficiones están hermanadas. Viviremos un partido bonito con buen fútbol».
Como sucedió ante el Spórting en la cuarta jornada, cientos de lucenses se desplazarán a la localidad berciana para seguir a su equipo en un viaje corto. «Por la cercanía está claro que será el mejor partido para acercarse desde Lugo esta temporada. Además, la afición de Ponferrada llenará El Toralín y mucha gente se desplazará desde Lugo. Seguro que el campo se podrá llenar y será un gran partido», afirma el mediapunta rojiblanco Gerardo Berodia, quien jugó en el club berciano en la temporada 2009-2010.
