Un Breogán a la baja

El equipo lucense, fuera de las cinco primeras posiciones tras la dolorosa derrota en Alicante, insiste en sus errores y no evoluciona 
Diego Epifanio dando indicaciones a su plantilla durante un partido. SEBAS SENANDE
photo_camera Diego Epifanio se dirige a sus jugadores. SEBAS SENANDE

La derrota del Leche Río Breogán en Alicante representa un nuevo paso atrás del equipo lucense, no solo en la tabla clasificatoria de la LEB Oro sino también en lo que debía ser una lógica evolución de su juego. Obviamente, las lesiones han sido un obstáculo importante, aunque no justifican la ausencia de competitividad de los breoganistas, que insisten en los errores desde el inicio de temporada.

Un equipo con carácter débil desde el inicio de la temporada

El Leche Río Breogán no se distingue precisamente por su fortaleza mental. Es un equipo que ha demostrado en lo que va de temporada su falta de capacidad para jugar con el marcador en contra. Cuando la situación se pone complicada, sobre todo ante rivales de la parte media alta de la clasificación, el equipo tiende a desaparecer, como sucedió por ejemplo en los últimos cuartos en Valladolid o Mallorca. Esa falta de carácter también queda al descubierto con los malos inicios de partido, cuando es superado en intensidad por el rival. Ni en Palencia ni el pasado fin de semana en Alicante los breoganistas fueron capaces de superar su mal y frío inicio.

Ausencia de patrón de juego

¿A qué juega el Breogán? No es fácil determinar si el equipo lucense trabaja en una línea determinada para definir su forma de juego y, desde luego, no se puede hablar de una evolución en su juego. Hasta el momento, su característica más definida está en los lanzamientos triples. Es el equipo que más recurre a este tipo de lanzamiento, hasta el punto de que en muchos de sus partidos parece su único recurso. La ausencia de transiciones y el poco protagonismo del juego interior alimentan todavía más esa percepción.

En Alicante, el equipo firmó un pobre acierto de 9 triples de 35 lanzamientos. Es complicado de entender cómo los breoganistas solo lanzaron tres veces más de dos puntos (38 tiros) a pesar de haber capturado 19 rebotes ofensivos. Con tal cantidad de segundas opciones es lamentable que el equipo se quedara solamente en 66 puntos. El Breogán también dominó el rebote bajo propio aro (17 capturas por cuatro del rival) pero esto no tuvo ninguna derivación positiva. Habría que volver a referirse a la ausencia de transiciones para el juego del equipo.

Falta de referencias

Ningún jugador de la plantilla ha mostrado la suficiente fiabilidad y regularidad como para asumir el papel de referencia en el equipo. En una plantilla cargada de jugadores que han sido piezas importantes en equipos de esta misma competición, ninguno de ellos, con dos tercios de la temporada prácticamente consumidos, hayan alcanzado, el nivel esperado.

El Breogán no funciona a nivel de equipo ni a nivel individual. La última incorporación del equipo, Marshawn Powell, es una buena muestra. A su llegada dio muestras de una calidad que lleva años exhibiendo por Europa. En los últimos encuentros se ha perdido en la confusión general. En los tres últimos encuentros su media es de algo más de cuatro puntos con 5 canastas convertidas de 23 lanzamientos. Él debía ser una referencia, incluso para generar juego desde el poste bajo o para la defensa de interiores móviles, dos de las principales carencias de este equipo, pero parece perdido en el caos general.

Y sí, también las lesiones

Desde luego, las lesiones han sido un hándicap más que importante. Thomas de Thaey y Roope Ahonen estaban llamados a ser las principales referencias del equipo y ambos están fuera del equipo por culpa de las lesiones. Los problemas físicos de Mo Soluade fueron un añadido. Estas circunstancias debilitan al equipo, pero no justifica el dejar de ser competitivo.

No aparece el jugador apetecido para suplir la baja de Ahonen
El Leche Río Breogán sigue a la espera de contratar al sustituto del lesionado Roope Ahonen. En principio, los técnicos del club lucense pretenden que el nuevo jugador se incorpore cuanto antes porque el equipo no está sobrado precisamente de jugadores que puedan ayudar a superar la actual situación con el equipo fuera de las cinco primeras posiciones de la tabla de la LEB Oro.

Las limitaciones económicas y la oferta del mercado no se conjugan para alcanzar al jugador que reúna las características que solicita el entrenador del equipo, Diego Epifanio, que como ocurrió  en todas las realizadas hasta ahora debe dar el visto bueno a la contratación. Un escolta con buen lanzamiento de tres puntos, actitud defensiva y que pueda asumir la dirección del equipo en momentos puntuales, no es precisamente un objetivo fácil a estas alturas de temporada, con lo que probablemente el club lucense tendrá que rebajar sus pretensiones.

Carramimbre Valladolid
Por lo tanto, parece complicado que el Breogán pueda contar con un nuevo jugador para enfrentarse el próximo sábado (18.00 horas) en el Pazo dos Deportes con el líder de la liga, el Valladolid.

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