Ha pasado mucho tiempo, pero Segundo Rodríguez, conocido como Campelo, y Carlos Méndez, 'Rufas', recuerdan con claridad el primer ascenso de la historia de la SD Chantada. Lo vivieron desde posiciones muy distintas. El primero como directivo y el segundo en el campo, pues era el extremo izquierdo titular del equipo que hace justo 40 años se paseó por la entonces recién creada Liga da Montaña y escaló a la Serie A, nombre que recibía la Autonómica Preferente de aquellas. Era la temporada 1977-78.
La superioridad del Chantada se resume en una anécdota relatada por Campelo. Ocurrió después de un partido en Monterroso en las últimas jornadas. El Chantada, por lo mucho que se jugaba, había solicitado un árbitro neutral, es decir, procedente de un lugar fuera de la zona de influencia de ambos conjuntos. Una vez terminado el encuentro, con marcador de 1-11 favorable al Chantada, Campelo se dirigió al colegiado, desplazado desde Pontevedra, para abonarle las dietas (lo cual era responsabilidad del equipo visitante) y este le dijo "no necesitaban un árbitro neutral".
"Faríao ben en Terceira". Campelo y Rufas definen a su Chantada como ofensivo y con un gran potencial
Eran tiempos en que los viajes a los partidos eran odiseas que se afrontaban en los coches de directivos o de los propios futbolistas, a través de carreteras que «non eran as de hoxe en día», en palabras de los protagonistas. El Chantada compartía categoría con el Lalín, el Arzúa, el Cire de Melide, el Hostelería de Lugo, el Taboada o el Monterroso el año del ascenso. Una de las peculiaridades de la Liga da Montaña, equivalente a lo que hoy en día sería la Primera Autonómica, era que estaba conformada a partir de la proximidad geográfica entre los equipos y no por las provincias a las que pertenecían. Aún faltaban algunos años para bautizar la actual Preferente y dividirla en dos grupos y para crear las competiciones regionales ahora vigentes.
EL ASCENSO. El salto a la Serie A se dio en una tarde de junio. Los once elegidos por el entrenador del Chantada, José Fernández, 'Pepiño', fueron Abel bajo palos, Samuel, Marcial, Yebra y Hermida en defensa; Manolo, Milín y Jaime en el centro del campo; y Elías, Rufas y Ramos como delanteros. Tino, Pateiro y Zorro, en edad juvenil, esperaban su turno en el banquillo. El último escollo a superar por el Chantada era el Esteirana.
Serafín Iglesias, presidente. La directiva que presidía logró dar de alta a unos 300 socios y estuvo dos temporadas
Un Sangoñedo abarrotado acogió el choque de vuelta. El Chantada defendía un resultado de 2-3 (dos tantos de Elías y otro de Manolo) conseguido en Muros en el duelo de ida. Los de Pepiño fueron capaces de dejar su portería a cero y Rufas marcó un solitario gol que certificó el ascenso.
"Aquel equipo, hoxe en día, competiría moi ben en Terceira División, era un conxunto de moito nivel", defienden tanto Campelo como Rufas. Según ellos, aquel Chantada era un equipo ofensivo, preparado para atacar y que dominaba ampliamente los partidos. La plantilla era una ingeniosa mezcla de futbolistas naturales de la villa del Asma con deportistas de Ourense o Monforte.
Tras la alegría del ascenso llegó un curso duro en que el Chantada sufrió para mantenerse. Y eso que empezó la liga como un tiro, al ganar en casa el primer encuentro contra el Arsenal de Ferrol (2-1) y empatar como visitante en O Porriño (2-2) en la segunda jornada. Finalmente, los de Pepiño sellaron la permanencia en la última cita de la campaña.
Campelo formó parte de una directiva que estuvo en el Chantada dos años, los que coinciden con el ascenso y la salvación. El presidente era Serafín Iglesias y en su labor le acompañaban Alfredo Valín, Manuel Vázquez, 'Pica'. Manuel Vangueses, Jesús Fernández, 'Zapatero', Manolo Maciñeiras o José Lorenzo, 'Pepiño Foguete'. El club que dirigían logró dar de alta a unos 300 socios.
