Tiempo para reflexionar: el Cafés Candelas Breogán debe dar un paso al frente

Las derrotas encajadas en las pistas de los equipos que marchan en la zona alta de la tabla dejan claro las carencias del Cafés Candelas
Un lance del Palma-Breogán del domingo
photo_camera Un lance del Palma-Breogán del domingo

El Cafés Candelas Breogán fue incapaz de mantener el liderato de la competición en Palma. Una vez más, el equipo lucense demostró que en los desplazamientos su nivel no es suficientemente competitivo como para luchar entre los mejores de la LEB. Hasta ahora, el Breogán no ha tenido respuesta en sus visitas a los equipos que figuran en el grupo de cabeza de la clasificación. Las derrotas en Lleida, San Sebastián, A Coruña o Mallorca, guardan similitudes importantes en su desarrollo; entre ellas, errores importantes que hasta ahora los de Natxo Lezkano no han sido capaces de corregir.

1. Pésimos inicios de partido

En las cuatro derrotas sufridas a domicilio, el Cafés Candelas Breogán protagonizó pésimos inicios de partido, con parciales encajados prácticamente de salida que ya ponían muy cuesta arriba sus opciones de triunfo. En Mallorca, antes de finalizar el primer cuarto la ventaja local ya era de doce puntos (22-10); en A Coruña, el parcial de salida fue de 16-6 y en Lleida, de 20-13. Aún se ve más claramente la falta de intensidad con la que el Breogán afronta los partidos si se consideran los puntos encajados por el equipo lucense en los diez primeros minutos. En las cuatro derrotas a domicilio el rival siempre anotó más de 20 puntos: el Palma (26-14), el Leyma Coruña (28-19), el Gipuzkoa (25-20) y el Lleida (24-19).

2. Defensa, intensidad, deseo

Los problemas en los inicios del equipo lucense pueden tener su raíz en una deficiente concentración e incluso una falta de motivación, que serían poco menos que inexplicables con lo que está en juego. El propio Natxo Lezkano ha reconocido en alguna ocasión ausencia de intensidad inicial en sus jugadores. Lo que parece indiscutible es que el Cafés Candelas Breogán sufre graves deficiencias defensivas que le están impidiendo ser competitivo con los equipos, teóricamente, de su nivel. La falta de pretemporada, la tardía llegada de varios jugadores pueden propiciar que la defensa de equipo, que el trabajo de algunos dispositivos tácticos determinados, estén aún por trabajar. Es más difícil de justificar el trabajo defensivo individualizado. Gran parte del trabajo en defensa es sacrificio, orgullo y deseo. Y estos aspectos no se ven. Recibiendo más de noventa puntos es más que complicado poder ganar en una competición como la LEB. Y más a domicilio.

3. Porcentajes de los rivales

Se ha convertido casi en un latiguillo después de cada derrota: "han estado muy acertados". A lo mejor la suerte juega cada vez en contra de los intereses del Breogán, aunque sin entrar en análisis profundos ni mucho menos, se pueda relacionar la falta de intensidad defensiva con el acierto rival. En las cuatro derrotas sufridas a domicilio, los rivales breoganistas han mejorado de forma considerable su media de acierto. El Palma, por ejemplo, exhibió un 52% de aciertos en triples y un 60% en tiros de dos, cuando su media es del 37% y del 50,3%, respectivamente. Lo mismo se podría decir de la derrota sufrida en A Coruña (45% en triples y 56% en tiros de dos), en Lleida (de una media del 49% pasaron a un 57% ante el Breogán en tiros de dos puntos y del 39,2% en triples al 44%). Incluso un equipo como el Gipuzkoa, que no exhibe un gran acierto (46% en dos y 32% en triples), se lució ante los de Lugo, con 55% en tiros de dos y 38% en triples. Excesivos tiros liberados del rival, problemas constantes en el uno contra uno, malas ayudas... explican todo esto.

4. El ataque no es solución

Al Breogán no le cuesta hacer puntos. Es una realidad. Pero también lo es que al equipo lucense le cuesta un mundo jugar con el marcador en contra. Cuando se trata de intentar compensar las desventajas, el equipo lucense suele utilizar el lanzamiento triple como recurso principal, a veces único. Y claro, la virtud se convierte en necesidad y ya no es lo mismo. Los porcentajes bajan y se regalan posesiones al rival. Además, el ataque del equipo lucense, en esos partidos, con muchos minutos de circulación lenta y buscando exclusivamente el lanzamiento, facilita la defensa rival. El Breogán no busca con su ataque el desgaste de la defensa rival (buscando divisiones, circulación rápida, buscando balones interiores e inversiones... movimiento en definitiva) lo que facilita, a la vez, un mejor ataque de un rival menos cansado.

5. Equilibrio

En definitiva, ante rivales de entidad, el Breogán está acusando un claro desequilibrio en su juego. Desequilibrio en cuanto a la nula relación o apoyo entre el trabajo en defensa y en ataque y también en lo que se refiere al juego de ataque. Excesiva dependencia de los puntos que llegan del perímetros, en detrimento de un juego interior que debe y puede hacer más daño, tanto en anotación como en desgaste (personales) rival.

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