En un segundo plano, sin los focos sobre una labor ingente y de un valor incalculable para el rendimiento colectivo del Lugo, Kiko Corredoira y Antón Eiré, preparador físico y readaptador respectivamente, sedimentan un rendimiento individual que acaba siendo coral en el equipo rojiblanco. Son los luthieres de una orquesta que siempre debe estar afinada para que el éxito esté al alcance del colectivo.
Para que su tarea de lograr el mejor rendimiento posible de la plantilla y evitar lesiones sea óptima cuentan con unos medios que han evolucionado de forma exponencial.
"El club evolucionó en la apuesta por la mejora de todas las áreas. En la de la preparación física hemos sido muy inquietos y hemos llamado mucho a la puerta para que el club apostara por estas herramientas. Una figura como el preparador físico o readaptador es fundamental", comenta Corredoira, que cumple su octava campaña en el Lugo.
Corredoira y Eiré cuentan con GPS individuales -que se colocan en un chaleco que porta el jugador en los entrenamientos y los partidos- que miden su rendimiento físico y permiten generar datos que luego son analizados a conciencia para luego ofrecérselos al entrenador y a cada jugador. Lograr que el futbolista rinda al cien por cien y no se lesione es el reto.
El Lugo se dotó de nueva tecnología para la preparación física en los últimos años
"Empleamos los dispositivos GPS para el control de la carga externa del jugador monitorizando tanto los entrenamientos como los partidos. Con esto tratamos de controlar la carga y distribución dentro de los microciclos de entrenamiento, identificar perfiles de rendimiento y las prestaciones físicas del jugador, tanto en entrenamiento como en competición. Otra de los objetivos es identificar los peores escenarios de exigencia física en el partido, tipificar las tareas y el diseño del entrenamiento y controlar el proceso del jugador lesionado", afirma Corredoira.
Además, la LFP aporta información del rendimiento táctico de cada jugador en cada partido en tiempo real a través de la aplicación "Media Coach", lo que ofrece al Lugo la posibilidad de modificar determinados escenarios en los encuentros con datos de rendimiento físico y táctico. "En vivo Media Coach nos facilita toda la información con un retraso a lo mejor de un minuto de las prestaciones físicas y técnico-tácticas. Podemos observar mediante una tableta las prestaciones que está teniendo en directo e incluso poner alertas para un jugador que llega a un determinado umbral de rendimiento y encontrarse en una situación crítica con riesgo de lesión", asegura Kiko Corredoira.
Una vez terminado el partido, Corredoira y Eiré acumulan información de rendimiento a través de los GPS y táctico con Media Coach que deben filtrar para realizar informes que entregan al entrenador y que le sirva para observar el rendimiento de sus futbolistas. "Acumulamos mucha información. Hay que filtrar toda la información para que sea significativa tanto al entrenador como al jugador. Hay que transformar toda esa base de datos que tenemos con GPS y el tracking óptico a través de Media Coach para poder diseñar tareas de entrenamiento para preparar un partido de fútbol".
Los GPS también se utilizan para controlar el entrenamiento diario de cada futbolista. "Con los GPS monitorizas a los jugadores de forma individual, comparando al jugador semana a semana y en el día en el que se trabaja de las diferentes semanas. Al final compruebas cómo trabaja el jugador en los diferentes umbrales que pretendes de alta intensidad para no lesionarse", valora Kiko.
Además, emplean una serie de máquinas isoenerciales en el gimnasio de O Ceao que muestran el rendimiento del entrenamiento mediante un monitor. "Estas máquinas sirven para desarrollar acciones que suceden en el campo, reproducirlas y mejorar los picos de velocidad y niveles de fuerza, porque lo que hagamos aquí tendrá una transferencia en el campo", afirma Antón Eiré.
