El Prone Lugo jugará la próxima temporada 2019-20 en la Segunda División B de fútbol sala. Y es que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), organismo dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), dio la razón al club en el recurso que planteó al organismo por la expulsión en noviembre de 2018 de su primer equipo de la competición del Grupo 1 de Segunda B y anula su expulsión.
"El Prone será readmitido en Segunda B en el curso 2019-20. Los resultados de esta se mantendrán con lo que la clasificación sigue como hasta ahora", aseguró el director general del comité nacional de fútbol sala, José Miguel Calle, en declaraciones ofrecidas al portal golsala.com, que ayer dio la información sobre la anulación de la expulsión del equipo lucense.
El motivo de la expulsión del Prone Lugo había sido el no haber pagado los arbitrajes de seis partidos, cinco de Liga y el de una eliminatoria de la Copa del Rey. El conjunto lucense alegó en su momento que no abonó esos pagos porque quería realizarnos por cuenta bancaria para tener constancia de dichos pagos y que no sean en metálico, como así está establecido.
El TAD le dio la razón al Prone argumentando que aunque la normativa de la Federación Española de Fútbol dice que el pago debe realizarse a la conclusión del partido, pero no especifica que tenga que ser un pago en metálico.
El TAD considera que la transferencia bancaria "es una opción no solo deseable desde el punto de vista económico financiero y del registro contable de las operaciones y considera que el medio por el que pagó el Prone no debió ser rechazado por la RFEF, lo que provocó que el pago no se hubiese realizado a su debido tiempo".
El club lucense puede regresar así a la competición la próxima campaña y además no hay que olvidar que está abierta la posibilidad de solicitar daños y perjuicios, algo que según pudo saber este periódico no está descartado. La Federación tiene ahora dos meses para presentar recurso a la resolución.
