La taboadesa Tania Fente, una década con el silbato

La colegiada taboadesa Tania Fente vive su décima temporada como árbitra. La lucense es asistente en la Primera Femenina y la Segunda B, y acumula dos partidos internacionales

Tania Fente, en el parque de Rosalía de Castro. SEBAS SENANDE
photo_camera Tania Fente, en el parque de Rosalía de Castro. SEBAS SENANDE

Tania Fente cumple su décima temporada como árbitra. Diez años en los que ha vivido desde niños que le chocan la mano cuando señala saque de puerta hasta experiencias internacionales en Israel y Bielorrusia. Un tercio de su vida dedicado al noble y menospreciado arbitraje, del que todavía espera mucho y en el que no se quiere poner más metas que el trabajo diario. 

La colegiada cree que a día de hoy aún se considera a los árbitros seres extraños: "Nos ven un poco como extraterrestres", asegura la jueza de línea, habilitada para ser asistente en la Segunda División B masculina y en la Liga Iberdrola.

Afortunadamente, eso sí, Fente reconoce que nunca ha tenido problemas por ser mujer: "Cuando empecé a lo mejor era un poco raro, porque no había ninguna chica más. Pero no noto ninguna diferencia. yo veo que a mí me respetan, si lo haces bien te apoyan y si consideran que no lo haces bien te gritan igual que al árbitro o al otro asistente. Pero sin diferencias por ser una chica", indica. 

Hace poco más de dos años, Tania debutaba como colegiada internacional en un partido clasificatorio para la Eurocopa femenina enter Israel y Gales, repitiendo experiencia europea el pasado mes de junio asistiendo a Marta Frías en el Bielorrusia-Escocia: "Fueron experiencias muy buenas porque es a lo máximo a lo que aspiras como árbitro. Poder estar a nivel internacional. La experiencia es inolvidable porque conoces otros niveles de vida y otra gente", cuenta la árbitra de Taboada. 

Fente, exjugadora de fútbol y fútbol sala, tiene también el curso de nivel 1 de entrenadora: "A día de hoy no es que me plantee ser entrenadora, pero me parece muy interesante. Para arbitrar es muy importante conocer la forma de jugar, entender el juego. Estar formada en fútbol para entenderlo bien, para poder adaptarte a cada categoría y a cada partido. Y también para conocer la otra postura. Yo fui jugadora, conozco esa postura, y también la de árbitro. Y me parece muy interesante ver también la otra posición", asegura la colegiada. 

La taboadesa cuenta que no era muy protestona como futbolista, "pero sí que hablaba mucho con el árbitro": "Como árbitro, a mí no me importa que me hablen, siempre y cuando sea desde el respeto. En ese sentido no tengo problema. Siempre le digo a los jugadores que podemos hablar de lo que quieran, pero desde el respeto", afirma Fente. 

Sus diez años como juez de línea y árbitra principal han engrosado su anecdotario: "Cuando llevaba poco tiempo, me hizo mucha gracia un día que uno de los niños andaba detrás mía por todo el campo. El partido le daba igual. Era muy pequeñito, y es simpático porque luego ves crecer al chico. Y en fútbol base, ya me ha pasado más de una vez señalar saque de puerta y que venga corriendo un niño o una niña y me choquen la mano", ríe Fente. 

La taboadesa reconoce que le gustaría que hubiese más chicas arbitrando en Lugo: "Dentro de poco va a haber un nuevo curso y me gustaría que se apuntara alguna chica. Se está abriendo una autopista con la Liga Femenina y estaría bien que fuéramos más", asegura. 

Más en Deporte Local Lugo
Comentarios