Sed de venganza en A Cheda

Polvorín y Vilalbés se vuelven a medir este domingo, diez días después de que los lucenses cayeran por 5-1 en A Magdalena. Make dice que "posiblemente estean doídos" y prevé un partido duro  
undefined
photo_camera Un jugador del Vilalbés avanza con el balón. ARCHIVO

El Rácing Vilalbés y el Polvorín afronta un nuevo derbi este domingo apenas una semana después del 5-1 que le endosó el equipo de la Terra Chá al capitalino en un encuentro aplazado. El Vilalbés es segundo, empatado a 24 puntos con el Bergantiños, que tiene un partido menos, al vencer la pasada semana al Arzúa en A Magdalena.

Los vilalbeses suman cuatro jornadas seguidas sin perder, en las que empató a domicilio y ganó tres encuentros como local. A estos hay que sumar el triunfo, también en casa, ante el Polvorín hace diez días en el partido aplazado en la segunda jornada. "Este ano é todo unha excepción e todo o que está pasando lévamos a estes casos raros de xogar contra o mesmo equipo en tan pouco tempo", reconoce Make, que apunta también a que las sensaciones del otro partido aún están "a flor de pel".

"Eles posiblemente estean doídos polos cinco goles que lles metimos, pero terán que intentar olvidarse e plantear un partido totalmente diferente, que será duro seguro", dice Make.

El centrocampista vilalbés considera que el planteamiento del partido será "moi parecido" al de hace diez días, salvo porque entonces el Polvorín contaba con "algunha baixa importante". Añadió que el Vilalbés tendrá que adaptarse a jugar en un campo artificial.

Por otro lado, Make recordó que el cuadro rojiverde tiene 24 puntos, pero el Polvorín cuenta con 20 y un partido menos, lo que "reflicte moito a competitividade que hai na zona alta". "Cada vez queda menos, faltan poucos partidos para que acabe esta primeira fase e está todo moi igualado, sobre todo a parte de arriba", admite, al tiempo que advierte de que, ahora que el Vilalbés se metió "na cabeza" de la tabla, van a "pelexar por aguantar aí todo o posible".

El Polvorín se presentará al encuentro en A Cheda con la única baja de Martín, por la expulsión que sufrió en el encuentro del 6 de enero en el campo del Vilalbés. Álex Ortiz, el técnico del conjunto filial, reconoce que los tres puntos "son muy importantes para nosotros", y analiza el encuentro de hace algo más de una semana. "Es verdad que nos merecimos perder, pero quizá el castigo por el resultado fue excesivo", señala, y añade. "Los tres puntos son muy importantes, pero no definitivos".

Y es que el Polvorín cambió la imagen de equipo sólido en su visita a Vilalba. En los siete últimos encuentros habían encajado solo tres goles, lo que les hizo crecer en resultados y clasificación, mientras que en un solo partido les anotaron cinco.

Comentarios