Deleitarse con el camino. Aprovechar el viaje. Ni cuentas, ni objetivos, ni números, ni prisas. El base del Breogán Ricardo Úriz lo tiene claro: lo esencial es "disfrutar".
"Yo entiendo a la gente o a los periodistas, que tengan la ilusión de que todo termine lo antes y lo mejor posible. Pero no. Vamos a disfrutar con lo que tenemos, con lo que estamos haciendo. Es para valorarlo, estar contentos y venir el sábado al Pazo a disfrutar. Vamos a pensar en eso. Dejar de pensar e cuentas de la lechera. La verdad es que estoy un poco hasta la coronilla de estos temas. Quiero que se entienda que esto son 34 jornadas y al final se verá dónde estamos", aseguró el navarro.
Úriz se mostró satisfecho por cómo el equipo respondió ante el arrollador inicio del Cáceres en el último encuentro de liga: "El partido empezó con un acierto terrible por su parte. Nos recompusimos bien, yen los tres cuartos siguientes el equipo se vino arriba. Apretamos líneas de pase y conseguimos una victoria muy importante".
El base breoganista advirtió de la peligrosidad del Melilla, rival del Breogán el próximo sábado (19.15 horas) en el Pazo: "Es un partido difícil. Nos vamos a enfrentar a una de las plantillas más poderosas de la competición. Si queremos seguir en esta buena dinámica tendremos que apretar mucho atrás e intentar marcar nuestro ritmo de juego. Que no se sientan cómodos. Tienen jugadores muy importantes y no podemos dejarlos jugar poque tienen mucho talento", contó el jugador.
Úriz cree que el equipo lucense todavía tiene mucho margen de mejora: "Siempre se puede mejorar. el equipo tiene un margen de mejora muy grande, está claro que no podemos acertar en todo. Es baloncesto, hay errores y cosas buenas que haces", añadió.
El deportista navarro, que atraviesa uno de sus mejores momentos a nivel individual de toda la temporada, aseguró que lo único que le importa sobre la pista es que "el equipo funcione": "Noto la confianza que se tiene en mi juego. Intento ayudar, aportar mi granito de arena. Es cierto que llevo algún partido bueo, pero lo importante, y como base, es que el equipo funcione. Estoy contento como está mi situación personal y de equipo, vamos a seguir e intentar terminar lo mejor posible", afirmó.
El breoganista considera ridículo hablar de presión: "¿Presión? ¿Qué presión? Presión es tener tres hijos, estar en el paro y no poder darles de comer. Eso es presión. Pero... ¿ir de primeros y disfrutar de lo que hacemos? Eso no es presión", afirmó el jugador del equipo lucense.