La yudoca lucense Sara Álvarez no pudo subir al podio de los Juegos del Mediterráneo después de caer en la lucha por la medalla de bronce frente a la argelina Sonia Asselah, que derrotó a la representante española por ippon, dentro de la categoría de más de 78 kilogramos.
La yudoca del Judo Avilés debutó en cuartos de final con una clara victoria por ippon contra la croata Ivana Sutalo. La suerte esquivó a Álvarez en la siguiente ronda. Sucumbió en semifinales por idéntico resultado ante la turca Kayra Sayit.
De esta forma, la yudoca de 27 años, quedó relegada a una última pelea por la medalla de bronce, donde la representante argelina sorprendió a la lucense con un decisivo ippon.
De todas formas, Sara Álvarez completa su segundo torneo internacional, después de un parón en su carrera de cuatro años y medio, con los ánimos intactos y la satisfacción de que todavía tiene mucho que demostrar en el panorama internacional.
"En la semifinal me inmovilizó y luego marcó un ippon. Es jodido perder así", comenta Álvarez, que conocía perfectamente a la representante argelina puesto que "repetimos la misma semifinal que hace cuatro años en los Juegos del Mediterráneo. Es una deportista muy veterana, e hizo valer su experiencia", matizó la lucense.
Tras superar sus problemas de rodilla, la meta de Sara Álvarez era "volver a sentirme bien encima de un tatami. Y lo conseguí. Me bloqueé en algunos momentos pero veo que puedo seguir. Me veo bien sobre el tatami", comentó.
La preparación de la yudoca lucense avanza a paso firme. Después de su participación en la cita tarraconense se incorporará a una concentración internacional en Casteldefells. "Estaré una semana de entrenamiento con yudocas de Japón, China o Brasil".
CONCENTRACIÓN EN OSAKA. Su entrenamiento no se detiene ahí, puesto que del 7 al 31 de julio se desplazará hasta la localidad japonesa de Osaka para completar un "stage" junto al equipo de competición de la Universidad de esta ciudad, junto al resto de la selección española de esta disciplina. "Son la actuales campeonas de Asia, así que el nivel que encontraré será muy alto", concluye la guerrera lucense que vuelve al lugar que nunca debió abandonar.
