"Samb, tú para adentro"

José Real, socio del Breogán desde 1968, vive con pasión los partidos del equipo lucense pese a su ceguera. El aficionado compartió la tarde con la plantilla, a la que aleccionó como si fuese su entrenador

Un entrenador en potencia. 73 años de edad y socio del Breogán desde el año 1968. Toda una vida. José Real López vive los partidos como el aficionado más apasionado, también como un técnico infiltrado en la grada sin que su condición de ciego de nacimiento le suponga impedimento alguno.

José Real, uno de los más peculiares hinchas celestes, compartió ayer experiencias con la plantilla y el cuerpo técnico del Breogán y no se cortó cuando tuvo una pizarra de entrenador en la mano. «Samb, tú no tires de tres, tú para adentro», «hay que defender, una defensa de verdad», espetó a los jugadores. Lisardo Gómez tampoco se libró de sus recomendaciones. «El otro día en Ourense con el 59-68 y, después, con el 62-68 tras una triple, pensé: ‘Lisardo pide un tiempo muerto, pídelo ya’».

Los inicios de José Real como socio del Breogán fueron de la mano de José David y Manuel Corral, dos amigos también invidentes que lo acompañaban al pabellón.

Real sufre como el que más y entiende un baloncesto «como si jugase el público»

José Real no solo es un incondicional del Pazo, sino que tiene en la mochila muchísimos desplazamientos con el equipo lucense. «Tenemos recorrido casi toda la geografía nacional, salvo algunos sitios. Recuerdo viajes en ACB a Manresa, Gijón, Valladolid varias veces, a Fuenlabrada», comenta.

Principalmente su yerno, José Manuel Ferreiro, y en ocasiones sus nietos, Ángel y Borja, le acompañan y transmiten las jugadas. Así explica José Real cómo vive el baloncesto: «Antes, por el bote del balón, sabía más o menos qué jugador llevaba la pelota. Siempre tengo que tener a alguien que me cuenta lo que ocurre, pero de tanto baloncesto que vi ya me hago una composición de la pista, de los emparejamientos y sé lo que puede hacer cada jugador. Muchas veces incluso me anticipo a los movimientos, es como si lo viera. En el Municipal estaba más cerca la grada, ahora en el Pazo es casi imposible apreciar quién tira por la cantidad de gente que hay. En el Municipal hay otro tipo de parqué y eso facilita las cosas. Era como si jugase el público», señala.

Siempre frente a los banquillos y en la grada supletoria, José Real reconoce vivir los partidos intensamente. «Soy constante en la animación, estoy en la grada fenomenal. Sufro más cuando el equipo juega fuera porque aquí aún ayudas, pero fuera no puedes hacerlo. Agradezco mucho lo que hacen speakers como José Areñas, es una ayuda y también hay gente muy válida en otros pabellones, como el del Real Madrid», dice.

José Real López tiene ahora un deseo. «Quiero, con 73 años, volver a cumplir el sueño de un ascenso. Aún queda, pero la ventaja de campo nos ayuda y con este apoyo es imposible que alguien nos gane. El partido del domingo en Ourense fue vivir algo maravilloso, me recordó a los tiempos de la ACB», explica.

"Recuerdo parejas como Allen y Wright, Davis y Bonner, Orange y Singleton... y por supuesto a Perasovic, una leyenda, y a Charlie Bell, el no va más"

José Real hizo también un repaso a la historia del Breogán al recordar a jugadores que marcaron época. «Recuerdo parejas como Allen y Wright, Davis y Bonner, Orange y Singleton; tambiéna Fullarton, a Garcés y por supuesto a Perasovic, una leyenda, y a Charlie Bell, el no va más. De los nacionales, a Tito Real y Tito Díaz, gran pareja de bases, Manel Sánchez, Bourio, Lamela... son muchísimos nombres y recuerdos. Por aquí pasó de lo mejorcito. Pero siempre tuvimos la mala suerte de que hicimos los jugadores y otros se los llevaron con su dinero».

La familia de José Real tiene ADN breoganista. «Les fui metiendo el gusanillo a todos poco a poco, tenemos ahora a un chiquillo de cinco años que ya grita con fuerza: ‘Breogán’», dice.

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