EL DEPORTE, CON DOBLE PRISMA. María José Garrido vive los últimos años de una exitosa carrera en la Superliga Femenina de voleibol y da sus primeros pasos como fisioterapeuta del Durán Maquinaria Ensino.
TODO UN EJEMPLO de dedicación al voleibol, de trayectoria para recordar y de referencia ineludible para entender a un club que vive uno de sus mejores momentos desde su creación.
A sus 32 años, María José Garrido compagina ahora su dedicación al deporte de su vida, el voleibol, con su futuro profesional como fisioterapeuta. Nadie conoce como ella los entresijos de la Superliga femenina después de salir de las categorías inferiores del Emevé con 14 años. A partir de ahí le llegó su oportunidad en la Concentración Permanente y luego fue el fichaje por A Pinguela cuando tenía 17 años. A partir de ahí, fue todo un no parar a lo largo de la geografía española. «Me fui a estudiar fisioterapia a Murcia, donde me fichó el equipo murciano de la Superliga y en ese año quedamos subcampeonas de Liga. Después estuve dos años en Benidorm, luego me fui a Albacete y posteriormente regrese a Monforte. Luego estuve en Burgos dos años y otros dos en el Haro», comenta. Su regreso al Emevé en esta campaña que acaba de terminar se desencadenó a partir de una lesión que sufrió en el tendón de Aquiles en su último partido de la temporada con el Haro.
