✍ Perfil | Rubén Albés, un milagro y una confirmación

El preparador vigués llegó con el club a punto descender, lo salvó e impuso su estilo en su segunda temporada en el Ángel Carro
Rubén Albés. ARCHIVO
photo_camera Rubén Albés. ARCHIVO

Cuando Rubén Albés llegó al Lugo en 2021 pocos creían en que lograría el reto de salvar al equipo gallego de un descenso que parecía cantado, pero lo consiguió, igual que en la temporada que está a punto de expirar; ahora buscará nuevos retos con el impulso que se ganó en el estadio Ángel Carro.

Albés rubricó sus primeros éxitos en el fútbol profesional al frente del cuadro gallego, al que revitalizó hace algo más de un año cuando el club estaba a punto de caer a Primera RFEF.

En siete partidos cambió la cara de sus jugadores, les hizo creer que la salvación era posible, y eso que en los tres primeros solo sumó un punto de nueve posibles.

Un final de temporada brillante y vibrante con diez puntos de doce posibles, cambió el destino al que parecía condenado la entidad que preside Tino Saqués, que celebró la permanencia en el campo del Rayo Vallecano (0-1), rival que, a la postre, logró el ascenso a LaLiga Santander.

Albés solo había firmado contrato de finales de abril hasta la conclusión de aquella temporada en la que fue el cuarto entrenador del equipo tras Juanfran García, Mehdi Nafti y Luis César Sampedro.

La salvación del Lugo le abrió la puerta a la continuidad en el banquillo y las negociaciones con el club fructificaron. El técnico, que entonces había triunfado como motivador, tenía un año por delante para darle su sello al equipo.

Lo logró a pesar de que la primera victoria se resistió hasta la quince jornada del curso. Los lucenses estuvieron en posiciones de descenso, pero salieron del fango sin que Saqués recurriera a uno de sus habituales cambios de técnico. Desde que se hizo con el club, en 2015, lleva once entrenadores y tendrá que ir a por el duodécimo a partir de ahora.

Con un equipo de garra, entregado a la causa de la permanencia, capaz de defender en bloque muy bajo, con las líneas cerca de su área, y buscar el contragolpe (un recurso que se le daba genial con Gerard Valentín en el equipo –fue traspasado al Huesca en el mercado invernal–) como recurso principal junto al balón parado, logró el propósito que tenía.

Albés se revalorizó en Lugo, con el que cumplirá este viernes el medio centenar de partidos oficiales, aunque no llegará a esa cifra solo con los de Liga (se quedará en 49).

Su balance en la categoría de plata ha sido de 12 victorias, 22 empates y 13 derrotas y, en Segunda División con el Lugo es el décimo (de quince entrenadores) en porcentaje de victorias (25,53 %), el segundo en empates (46,81 %) y el tercero que menos ha perdido (27,66 %).

Aunque el Lugo se alejó de su versión habitual en el tramo final de la temporada, en el que acariciaba una permanencia que se selló la semana pasada tras la derrota de la Real Sociedad B ante el Almería (0-2), el grupo que encabeza Rubén Albés cumplió las expectativas, logró tener un año más tranquilo que los anteriores y el técnico subió su caché.

Las negociaciones con el club no fructificaron y el preparador vigués, que relanzó su carrera en el Ángel Carro, asumirá retos mayores en otro destino.

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