100-66. El Río Breogán cae ante un Unicaja Málaga pleno de acierto e intensidad

Las opciones de jugar la Copa se esfuman tras la clara derrota encajada en el Martín Carpena

Sergi Quintela avanza durante el partido ante el Unicaja. EFE
photo_camera Sergi Quintela avanza durante el partido ante el Unicaja. EFE

Al breoganismo ni se le pasaba por la cabeza poder disputar la Copa antes de empezar la temporada. Sería algo así como un milagro. A falta de una jornada para que se decidan qué equipos la disputarán, es un poco más que un milagro. Después de la derrota encajada este sábado en Málaga, el equipo lucense necesita vencer en la pista del Real Madrid el próximo fin de semana y superar en el average a los equipos que acaben la primera vuelta con 9 victorias. Con una acumulado de -33, hay que ser muy poco realista para soñar con que los cielos se puedan abrir en el Wizink Center.

Es paradójico que el Breogán pueda cerrar con un sabor agridulce su gran primera vuelta, pero así son las cosas cuando se acaricia la gloria. Nunca está de más ser ambicioso en esto del deporte.

Lo había dicho el propio Veljko Mrsic con una sonrisa en la boca. "Para asegurarnos un lugar en la Copa solo tenemos que ganar al Unicaja y al Madrid". El croata sabía lo que le venía por delante. Con lo que no contaba era con una derrota como la que el Breogán encajó este sábado en Málaga, la ciudad en la que brilló como jugador y donde se le recuerda con cariño.

Y es que el Breogán (que  no pudo contar con Sergi García) no fue rival para un Unicaja que, como los celestes, se jugaban una plaza en la Copa. Y algo más. Ahí estaba el problema. Un triunfo servía a los de Ibón Navarro para conseguir el billete, pero para ser cabeza de serie, debían ganar por la mayor diferencia posible. Por eso no levantaron el pie en ningún momento.

La intensidad defensiva del cuadro de Navarro complicó la vida al Breogán

Desde el salto inicial, el Unicaja dejó claro que iba a cuchillo, sin piedad. Aguantó de salida el Breogán gracias a su acierto exterior, incluido un triplazo de Momirov, pero a la que el aro se le cerró, el cuadro local abrió, con Kravish a la cabeza, una brecha que obligó a Mrsic a pedir su primer tiempo muerto (16-9). 

La intensidad defensiva del cuadro de Navarro complicó la vida al Breogán. Bamforth y Nenadic lo intentaron, pero sin acierto, mientras en la otra canasta la cuenta no cesaba. Mrsic ordenó una zona en los últimos minutos, pero ni así. 27-15 al final de los primeros 10 minutos.

La tónica se mantuvo en el arranque del segundo cuarto y, con ello, el partido quedó prácticamente visto para sentencia. Por un lado, fallos en el tiro el Breogán; por el otro, acierto de un Unicaja coral, intenso, acelerado. Iban Navarro ha confeccionado una plantilla con un objetivo claro, y este sábado le funcionó a la perfección.

En el Unicaja no hay una estrella. Hay un montón de jugadores que conocen a la perfección su rol. Salen a la pista, lo dan todo durante unos minutos y se vuelven al banquillo. Y además tienen mucha calidad. El Río Breogán lo comprobó ayer en sus propias carnes.

El poderío físico y la movilidad del Unicaja le llevó incluso a desnivelar la balanza en el apartado de los rebotes. El Breogán solo fue fiable cuando defendió en zona, pero claro, la manta o tapa por arriba o por abajo. Lo leyó muy bien Osetkowski, que martilleó a los lucenses desde la línea de 6,75.

Solo faltaba por conocer el resultado final, que fue el más doloroso para el Río Breogán en lo que va de temporada

Pese a que al descanso se llegó con 53-27, el Breogán no bajó los brazos. Un mate de Hollatz nada más volver del vestuario despertó la ilusión. Se sumó a ello que el Unicaja se cargó pronto de personales, con lo que los celestes pudieron anotar con cierta regularidad. Happ apareció en la zona y el encuentro se niveló.

Aunque la victoria era una quimera, el equipo lucense luchó por que la diferencia bajase de los 20 puntos, pero si no era Osetkowski con un triple, era una transición de Brizuela o un lanzamiento de Carter. El Río Breogán lo había intentado, pero solo le había llegado para empatar el parcial del cuarto (21-21). El partido ya no tenía historia ¿o sí?

El ala-pívot estadounidense del Unicaja Will Thomas defiende al ala-pívot estadounidense del Río Breogán Ethan Happ. EFE
El ala-pívot estadounidense del Unicaja Will Thomas defiende al ala-pívot estadounidense del Río Breogán Ethan Happ. EFE

Pues sí, porque el Unicaja quiere ser cabeza de serie en la Copa, y para ello necesitaba puntos y más puntos. El choque se aceleró en el último cuarto, con transiciones rápidas y un brillante debut en las filas del cuadro andaluz de Yankuba Sima. Solo faltaba por conocer el resultado final, que fue el más doloroso para el Río Breogán en lo que va de temporada (100-66). 

Para jugar la Copa hace falta algo más que un milagro, esa es la mala noticia para el Breogán. La buena es que esta temporada ya ha demostrado que sabe levantarse después de una derrota.

FICHA TÉCNICA
100 - Unicaja (27+26+21+26): Alberto Díaz (8), Carter (10), Barreiro (7), Thomas (7), Kravish (10) -cinco inicial-, Brizuela (10), Perry (7), Ejim (7), Osetkowski (17), Djedovic (5) y Yankuba Sima (6).
66 - Río Breogán (15+12+21+18): Hollatz (8), Momirov (12), Bamforth (9), Brajkovic (4), Nakic (6) -cinco inicial-, Arteaga (0), S. Quintela (1), Lukovic (4), Nenadic (7) y E. Quintela (0).
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Arnau Padrós y David Sánchez. Eliminaron por faltas a Perry, del Unicaja
Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio José María Martín Carpena ante 9.296 espectadores. Antes del partido se rindió homenaje a Rafael Jiménez, que ejerció de gerente del Unicaja durante 21 años y que recibió la insignia de oro del club andaluz de manos de su presidente, Antonio Jesús López Nieto.

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