Riazor espera a un Lugo ambicioso

El conjunto de Alberto Monteagudo quiere plantar cara al Deportivo en un derbi gallego con distintos objetivos

Carlos Pita controla un balón ante el Real Oviedo. SEBAS SENANDE
photo_camera Carlos Pita controla un balón ante el Real Oviedo. SEBAS SENANDE

El día esperado desde hace cuatro años. El día que los aficionados del Lugo esperaban repetir con el tiempo. Quizás soñaron que fuera en una categoría superior, pero será en la misma que en la temporada 2013-2014, cuando los rojiblancos jugaron por última vez un derbi gallego ante el Deportivo. Tras aquel 2-2 del 3 de mayo de 2014 en el Ángel Carro lucenses y herculinos prometieron encontrarse en el futuro en Primera División, el camino hacia el que caminaban los coruñeses. Pero será en Segunda cuando ambos jueguen este domingo (17.30 horas) en Riazor un partido de rivalidad autonómica que tiene más de fiesta que de conflicto. 

Porque junto con el buen ambiente que se vive en cada encuentro entre ambos clubes, hay que sumar los distintos objetivos de cada grupo de jugadores. Mientras los lucenses luchan por la supervivencia, los herculinos quieren regresar al lugar perdido la pasada campaña tras un año desastroso: la Primera División.

El de este domingo al lado del Atlántico será una de las pruebas más complicadas para el grupo que dirige Alberto Monteagudo. Riazor será un estadio acogedor para los seguidores rojiblancos. No lo será para los futbolistas, que tendrán que luchar con un equipo que solo ha cedido dos empates —ante el Málaga y el Numancia— y en el que ha sumado 23 puntos. Solo el Málaga cuenta con más puntos al lado de su gente: 24.

Con Seoane y Azeez fijos en la medular, Iriome parece que ocupará un sitio en la derecha

Junto al poder que ejerce Riazor, los rojiblancos tendrán que luchar contra un grupo de futbolistas con demasiado talento. Hay calidad en todas las líneas para decidir los partidos. También cuentan con un técnico, Natxo González, lo suficientemente experimentado como para haber creado un grupo sólido y fiable, complicado de tirar abajo.

Pero el Lugo también ha mejorado en las últimas semanas. Con la llegada de Alberto Monteagudo al banquillo del Ángel Carro ha creado a un equipo competitivo, que cuenta con opciones para poder sumar en cada partido, independientemente del escenario en el que deba manejarse.

Esa solvencia ha aparecido en las últimas jornadas. Tres duelos suma sin perder el Lugo, que, además, mostró una buena cara en terrenos tan complicados como El Sadar o el Ciutat de Valencia ante el Levante en la Copa del Rey.

A este juego y a este carácter se agarran los jugadores del cuadro lucense, que reiteraron durante la semana la necesidad de salir sin complejos ante un equipo temible.

VUELVE PITA. La recuperación del capitán Carlos Pita abre un abanico de posibilidades para Alberto Monteagudo. El preparador manchego ya indicó que el futbolista herculino le podría permitir llevar a cabo un cambio de sistema y, junto con Bernardo y José Carlos, que serán los sustitutos de los sancionados Vieira y Josete, formar con una defensa de tres centrales. Ya sea con cinco o con cuatro atrás, los que parecen fijos en la zaga son Campabadal y Kravets en los costados.

Con Seoane y Azeez fijos en la medular, Iriome parece que ocupará un sitio en la derecha. En el otro costado, la gripe de Lazo puede hacer que repita Juan Muñiz o forme ahí Cristian Herrera. En caso de repetir el tradicional 4-42, el gran canario formará arriba junto a Dani Escriche

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