Resistentes en Arabia

El piloto de motos monfortino y el copiloto de coches de Meira cuentan su experiencia después de completar un nuevo rallye Dakar, el tercero para el de la ciudad del Cabe y el sexto para el meirego
De izquierda a derecha: Sergio Vallejo, Eduardo Iglesias y Diego Vallejo tras su participación en el Dakar 2022. EP
photo_camera De izquierda a derecha: Sergio Vallejo, Eduardo Iglesias y Diego Vallejo tras su participación en el Dakar 2022. EP

Expertos sobre la arena, en terreno pedregoso, con la mirada a medio camino del desierto y el cuentakilómetros, con el sufrimiento como compañero de un viaje feliz de doce jornadas de duración. Diego Vallejo (Astara Team) y Eduardo Iglesias (Team Monforte Rally) son ya expertos en alcanzar la línea de meta del Dakar, el rallye más duro del mundo. El mito del mundo del motor no se resiste al meirego ni al monfortino, que lo han acabado siempre que han tomado la salida, por sexta vez en el caso del primero y en la tercera en el segundo.

"El objetivo se cumplió, que era el poder acabar. Hacer tres dakares de tres en moto era una tarea complicada para un piloto amateur como es mi caso", destaca Iglesias, quien acabó en el puesto 78 tras ser el 94 en el año 2020 y el 53 en 2021.

También valoró en positivo el acabar Diego Vallejo, aunque admitió que su reto inicial era "mejorar el puesto 24 de la general del año 2020 y meternos entre los 20 primeros".

Sin embargo, cuando parecía que ese objetivo podría ser una realidad, un accidente en la octava etapa echó por tierra las opciones del meirego, copiloto de Óscar Fuertes, de entrar en el top20 de coches. Sergio Vallejo, excampeón de España de rallyes, hermano de Diego y mecánico del Astara Team, fue decisivo en la continuidad del coche. "El coche estaba en muy mal estado y quedaba mucha etapa. Llamé a mi hermano Sergio por el teléfono satélite y le pedí consejo. Se habían roto los dos amortiguadores de un lado y Sergio me dijo que le intentara poner uno de los amortiguadores del lado izquierdo en el derecho para poder llevar dos amortiguadores atrás. Eso nos permitió seguir, aunque tuvimos que conducir despacio, con lo que nos cogió la noche. Con el golpe se habían roto las luces largas y fue un poco odisea al tener que conducir con las cortas", relató Diego.

Sergio Vallejo  fue clave para la continuidad de su hermano Diego y el equipo Astara en el Dakar

"Tiramos igual, aunque no creíamos que se podría reparar el coche para salir al día siguiente. El equipo lo logró en un tiempo récord, nos pusieron el coche nuevo, pero ya habíamos perdido muchas horas y cualquier posibilidad de mejorar el puesto. A partir de ahí cambiamos el objetivo para acabar la carrera", añadió.

Una caída también lastró las opciones de mejorar el puesto 53 a Eduardo Iglesias, aunque para el de Monforte fue en la primera etapa. "Era un momento en que iba rodando bastante bien en una zona de arena rápida. Tenía el depósito bastante lleno y eso genera muchas inercias y pillé dos montículos de arena que me hicieron salir despedido. Caí en muy mala posición, pero el airbag de seguridad funcionó muy bien y me salvó de haberme roto algo. Luego me levanté y proseguí pero con otro ritmo. En ese momento pensé que se había acabado el Dakar el primer día, lo que sería un mazazo grande, pero al final quedó en un susto. Esa misma noche el cuerpo estaba muy machacado, no pude dormir bien y empecé con antiinflamatorios desde el primer día".

"Una caída el primer día es fatídica porque aún te quedan otros once días. Eso psicológicamente te lo hace pasar mal. Lo bueno fue que el cuerpo se fue recuperando. No estuve al cien por cien en todas las etapas, pero para como pintaba la cosa no me fue mal", asegura Eduardo, quien destaca "el buen ritmo" que llevó en carrera, aunque "no se vio reflejado en la clasificación".

DIFÍCIL NAVEGACIÓN. Tanto Diego Vallejo como Eduardo Iglesias destacaron la complicada navegación como uno de los problemas con los que tuvieron que lidiar en esta última edición del Dakar.

"El primer día ya tuve problema con la navegación. En mi caso, además, sufrí una caída y tuve que ir hasta la neutralización un poco tocado. Cuando estaba recuperándome en la etapa fue el punto este de control fatídico donde muchos pilotos perdimos mucho tiempo, en mi caso fue más de una hora", observó Iglesias.

"La navegación fue muy complicada todos los días y hubo muchas pérdidas de puntos de paso. Yo solo perdí uno, pero alguno que otro me costó encontrarlo y tuve que dar alguna vuelta que otra para hacerlo. Era más difícil que en otras ocasiones, sobre todo con cambios de rumbo en explanadas, tenías que estar muy atento", opinó Diego Vallejo.

Eduardo Iglesias intentará volver el próximo año gracias a sus patrocinadores

Volver el año que viene. Vallejo no descarta acudir por séptima vez en 2023, mientras que Iglesias intentará hacerlo por cuarta ocasión consecutiva.

"Claro que pienso en la séptima, y en más. Pero cuando estás en casa intentas descansar un poco. Si fuera ahora mismo igual me lo tenía que pensar (ríe), pero el año que viene enseguida nos recuperamos", indicó Vallejo.

"A día de hoy no lo sé. Siempre lo paso mal durante el Dakar, pero al volver empiezas a dejar a un lado las cosas malas y a quedarte solo con lo bueno. Todos los patrocinadores están muy contentos, pero hay que ver si sigo contando con su apoyo", dijo Eduardo.

"La organización nunca utilizó la palabra bomba"
La explosión de un coche antes del inicio de la carrera, el 30 de diciembre, y que afectó gravemente al piloto francés Philippe Boutron, puso en jaque al Dakar por la duda de si había sido un ataque terrorista con bomba.

Desde dentro, la poca información de la organización y la propia inercia de la carrera hicieron vivir una situación extraña a los participantes.

"El Dakar es una carrera tan grande que te abstraes de todo. La organización nos envió un correo muy escueto diciendo que había habido un problema delante de un hotel. Explicaron que había explotado un coche pero sin utilizar la palabra atentado o bomba. Empezó la carrera y, una vez metidos en ella, ya nos centramos solo en eso", relató Eduardo Iglesias.

Posible suspensión. Las dudas sobre si la carrera se podría suspender como había indicado el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, calaron en el Dakar.

"Vinieron los comunicados del Ministerio de Exteriores francés y ya hubo un poco más de tensión, se empezó a hablar más del tema, si se paralizaba la carrera o no… Un día se suspendió una etapa por una tormenta de arena y no era tan grande como para que se suspendiera. Decían que si con un dron se había intentado sabotear un helicóptero… Pero la organización nunca nos transmitió información directa y se decían muchas cosas pero sin ser oficiales. Imagino que ellos tendrían sus medidas de seguridad con el gobierno local y se vio más presencia policial en los últimos días", observó el piloto monfortino.

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