El punto conseguido por el Viveiro infantil en el campo del Val do Ulla dejó un agridulce sabor de boca a su técnico, Lorenzo, que felicitó a su equipo por la reacción final, pero que también lamentó la pájara que le costó los dos goles, que llegaron en apenas cinco minutos. El cuadro mariñano se adelantó en el primer tiempo, pero llegó al tramo final por detrás, consiguiendo equilibrar el marcador a falta de pocos minutos, gracias a un tanto de Arturo. Lorenzo valora el empate «porque todo lo que sea sumar fuera de casa es un buen resultado», pero también cree que su equipo pudo lograr mayor botín. «En el cómputo general de juego y ocasiones creo que fuimos merecedores de los tres puntos. Si fuese un combate de boxeo diría que el Viveiro ganó a los puntos, pero es fútbol y lo único que cuentan son los goles», señaló el técnico.
El preparador celeste se mostró bastante satisfecho del trabajo realizado por sus jugadores, sobre todo en el primer tiempo. «Salimos enchufados, con buena actitud. En líneas generales trabajamos bien y mostramos mentalidad ganadora, aunque nos desenganchamos del partido durante unos minutos en la segunda mitad y nos costó dos goles», señala Lorenzo, que no tiene muy claras las causas de lo sucedido. «Pudo ser cualquier cosa, cansancio, falta de atención o incluso falta de fortuna, ya que apenas fueron dos despistes y nos costaron dos goles, algo que tampoco es muy normal en esta categoría».
El técnico valoró la reacción final de los suyos y la mejoría que están demostrando jornada a jornada. «Los chavales no se conformaron y recuperaron su juego para volver a equilibrar el marcador», señala Lorenzo, que sigue viendo una mejoría clara en cada jornada que pasa. «Yo estoy contento porque veo que trabajan bien y que cada vez están más asentados sobre el terreno de juego. Creo que estamos en el buen camino», concluyó.
