Razones para creer

El Río Breogán, que ya entrenó el viernes en Granada, volvió a mostrar en el segundo partido una clara superioridad en el rebote y, con Kacinas como alero, complicó la aportación de Bropleh
Kacinas lleva el balón ante Bropleh. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Kacinas lleva el balón ante Bropleh. VICTORIA RODRÍGUEZ

La plantilla del Río Breogán ya se encuentra en Granada donde este domingo (19.00 horas en el Palacio de los Deportes de Granada) jugará el encuentro que decidirá que equipo, el lucense o el Covirán Granada, adquirirá el derecho de jugar la próxima temporada en la Liga Endesa. La expedición breoganista partió hacia la ciudad andaluza, vía aérea, a primeras horas de la mañana donde llegó para comer y realizar una sesión preparatoria por la tarde.

Viajaron todos los jugadores de la primera plantilla incluido Mo Soluade que no pudo jugar el pasado jueves a causa de una lesión en un dedo de la mano derecha. Su participación en el decisivo encuentro del domingo es dudosa, pero el británico no está totalmente descartado.

El Río Breogán está a cuarenta minutos de alcanzar el máximo objetivo de la temporada. Ya no caben más posibilidades ni para el equipo lucense ni para el Granada. Es cierto que los de Diego Epifanio han perdido en los últimos cinco encuentros que ha disputado a domicilio, pero en una final como la del domingo los antecedentes de este tipo pierden peso. Hay factores mucho más determinantes.

El Granada ya ha dejado escapar una oportunidad para conseguir el ascenso mientras que su rival superó un match ball lo que le pudo rearmar anímicamente. En esta ocasión la presión ya no recae sobre un solo equipo. Ambos se juegan lo mismo.

Mo Soluade viajó con el equipo, pero es una incógnita su participación

Además, hay aspectos reseñables en el segundo encuentro que pueden y deben impulsar las opciones breoganistas. El equipo lucense volvió a demostrar su superioridad en el juego interior y sobre todo en el rebote. 18 capturas de diferencia y 19 rebotes bajo el aro rival son una ventaja considerable, que en la práctica deben de decidir un encuentro. Y si no fue así el pasado jueves fue básicamente por las pérdidas de balón de los locales y los tiros libres del rival.

Cuando Epifanio decidió situar a Kacinas en la posición de alero Bropleh llevaba 14 puntos anotados en nueve minutos. El lituano no solo frenó la producción ofensiva del alero estadounidense sino que le causó muchos problemas en defensa acudiendo sistemáticamente al poste bajo, donde Bropleh tuvo serios problemas.

El encuentro del jueves también mostró que físicamente el Río Breogán está menos castigado que su rival.

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