Convertir las sensaciones en puntos. Completar la transformación del Lugo con victorias que se sumen a la mejora en el juego observada desde la llegada de Alberto Monteagudo al banquillo. Ese es el reto lucense este domingo (18.00 horas) en el Carlos Belmonte ante uno de los equipos referencia de lo que va de Liga. Porque el Albacete se ha convertido en un equipo al que imitar por mimbres, por técnico y por unos resultados que lo han llevado a la zona alta de una dura Segunda División.
Ahí ha residido lo que va de curso el cuadro manchego, entre los elegidos para optar al play off. Ahí parece destinado el Albacete, cuya temporada pinta a que no será de sufrimiento, como en el pasado. El futuro del conjunto que entrena Luis Miguel Ramis es luminoso gracias a una plantilla de talento y pegada y a una dirección acertada hasta el momento.
El Lugo tendrá que medirse ante un rival que se ha mostrado como uno de los máximos goleadores de Segunda, que hasta este sábado estaba en puestos de jugarse el ascenso a Primera y que suma cuatro partidos sin perder y 8 de 12 puntos posibles conseguidos.
Los jugadores de Alberto Monteagudo deben puntuar para evitar caer más la tabla, donde incluso podrían acabar en la zona de descenso en caso de derrota y un resultado abultado. Eso tratarán de evitar los jugadores de un equipo que ha ganado en solidez, que tiene claro qué hacer y cómo, pero al que la falta de gol ha lastrado demasiado hasta el momento.
Sin puntas que culminen lo creado por el centro del campo -los delanteros solo han sumado dos tantos en Liga hasta el momento-, ha sido la segunda línea la que ha mantenido a flote al equipo en el apartado de la finalización en área contraria.
La llegada de Monteagudo resolvió algunos problemas del equipo, como la necesidad de subir el bloque del equipo para que la presión fuera más alta, verticalizar el juego ofensivo y mantener la solidez defensiva. Todo ello se vio ante el Levante en la Copa del Rey, en el empate (0-0) de Reus e incluso en la derrota por la mínima frente al Alcorcón (0-1).
Queda que el buen momento en cuanto a juego transforme también al Lugo en un equipo fiable en cuanto a la suma de puntos para huir de una zona baja demasiado peligrosa como para establecer en ella una residencia habitual.
SIN EL CAPITÁN GENERAL. Ganar en Albacete será una tarea complicada, pero lo será aún más sin el gran capitán del fútbol y el vestuario rojiblanco. Carlos Pita vio su quinta amarilla ante el Alcorcón y verá el duelo del Carlos Belmonte por la televisión. Sin el mediocentro herculino, el Lugo pierde brillo en la creación, inteligencia sobre el césped y llegada y juego a balón parado.
Para suplir al exdeportivista, Alberto Monteagudo puede optar por un especialista en la posición como Ramón Azeez para acompañar a Seoane o adaptar a Juan Muñiz o Campillo. Con el primero gana despliegue físico y defensa, con los segundos más toque y llegada.
El resto del equipo parece el habitual con el preparador de Valdegangas salvo por la entrada de Luis Ruiz por el lesionado Kravets. Arriba, Escriche y Cristian Herrera pueden mantener sus puestos para romper el gafe con el gol de los arietes rojiblancos.
