Una plantilla en retirada

El Lugo sufrirá una profunda renovación tras el descenso a Primera RFEF, ya que gran parte del vestuario no seguirá la próxima temporada por fin de contrato, salidas pactadas o traspasos
Sebas Moyano y Calavera discuten después de un partido en el Ángel Carro esta temporada. SEBAS SENANDE
photo_camera Sebas Moyano y Calavera discuten después de un partido en el Ángel Carro esta temporada. SEBAS SENANDE

El final de temporada es tiempo de analizar el rendimiento pasado, de observar qué jugadores han cumplido con las expectativas para intentar retenerlos o dejarlos salir en caso de que su valor para el equipo se haya depreciado. Para el Lugo actual, el hándicap del descenso a Primera RFEF hará que este verano sea especial, complicará la capacidad para convencer a los futbolistas que se busque renovar, permitirá la salida de aquellos con contrato con cláusula liberatoria por pérdida de categoría e intentará que la venta de activos permita afrontar el futuro con más solvencia económica.

El hecho de no continuar en Segunda División significará, probablemente, que la desbandada en el vestuario del club rojiblanco sea importante y que el equipo que salga a competir en la categoría de bronce del fútbol español sea casi nuevo.

Muy pocos jugadores seguirán en el Ángel Carro. Futbolistas del Polvorín como Andrés Castrín (con dos años más de contrato), Idrissa Thiam —acaba contrato en 2024 y el club tiene opción de ampliarlo dos campañas más— o Leandro Antonetti, parecen casi los únicos con el puesto asegurado para el proyecto que viene.

Ni siquiera contar con contrato en vigor y sin cláusula de salida asegura que el jugador siga atado a la entidad lucense. En este caso estarían Miguel Loureiro y Jaume Cuéllar.

El lateral de Cerceda cuenta con contrato hasta 2024 y no tiene cláusula liberatoria por descenso. El club cuenta con él, pero un traspaso jugoso haría que el carrilero saliera del club.

El extremo hispano-boliviano acababa contrato este junio, pero el club podría ampliar la relación dos campañas más. El Lugo hará efectiva esta opción para buscar una venta a equipos como el Getafe, el Oviedo o el Spórting, que ya se interesaron por el futbolista.

Sin embargo, en el Lugo hay varios casos de jugadores que tienen una relación contractual activa con el equipo más allá de junio pero que cuentan con la opción de rescindir tras el descenso para buscar un nuevo equipo.

En este caso estarían los laterales Jordi Calavera y Zé Ricardo, los centrocampistas Clavería y Marc Carbó (todos con contrato hasta 2024) y el portero Patrick Sequeira y el extremo diestro Ángel Baena (ambos hasta 2025). Todos buscan acomodo en la categoría de plata –en el caso de Zé Ricardo también en el fútbol portugués–, con lo que su futuro parece lejano al Lugo, salvo que el mercado de verano no sea acorde a sus deseos profesionales.

Los ejemplos más repetidos son los futbolistas que acaban contrato este junio pero que tenían la opción de ampliar su relación contractual con el equipo, bien por tenerlo estipulado en el texto o por haber cumplido con un mínimo de partidos

Estos serían los casos de Óscar Whalley –que se irá al Chivas mexicano tras renunciar a la opción de seguir en Lugo un año más–, los centrales Alberto Rodríguez —cuyo destino se vincula al Tenerife— y Bruno Pirri (lesionado de larga duración), los centrocampistas Juanpe o El Hacen o el extremo Sebas Moyano, quien ya tiene firmado un acuerdo con el Oviedo por dos temporadas.

Además, existen los casos de futbolistas que acaban contrato pero sin posibilidad de renovación. Aquí estarían los zagueros Andoni López, Álex Pérez y Aleksandar Pantic, los centrocampistas Xavi Torres (que quiere seguir en el club) y Señé (con ofertas del Zaragoza o el Albacete) y los delanteros Manu Barreiro (quiere continuar en el Lugo), Scepovic y Joselu.

Por último, el central Neyder Lozano vuelve tras su cesión al Talavera y cuenta con un año más de contrato sin cláusula de salida.

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