El pitido final del partido de ida de la eliminatoria que disputan el Lugo y el Murcia sonó mal para la afición lucense. Un 2-0 a favor de un equipo tan poderoso como el pimentonero convertía en casi una quimera la remontada. Pero a medida que se acerca el partido del domingo (17.30 horas, Ángel Carro) crece el optimismo en el seno de la parroquia rojiblanca. La remontada es posible y los primeros en enviar ese mensaje son los jugadores del Lugo, como Carlos Pita, que se agarra a la buena trayectoria de los lucenses en el Ángel Carro esta temporada, en la que no conocen la derrota, para ver la botella medio llena. «Nosotros en el Ángel Carro aún no hemos perdido. Es verdad que de Murcia regresamos con un resultado muy adverso y que tienen bastante ventaja, pero bueno, con la afición de nuestro lado y con las ganas que tenemos nosotros creo que tenemos opciones de remontar», asegura.
El CD Lugo se encontró en el partido de ida con un campo de Primera División, con cerca de 20.000 aficionados y con una afición volcada con el Murcia. Pita sabe que el Ángel Carro no es la Nueva Condomina, pero confía en la afición rojiblanca. «Es cierto que en la ida nos pudo dar algo de envidia ver un campo como la Nueva Condomina, pero el ambiente en Lugo puede ser mejor para nosotros y peor para ellos, porque aquí los aficionados están mas cerca del campo. Habrá menos gente, seguro, pero a lo mejor a la hora de la verdad se notan más», concluye.
El Lugo no conoce la derrota como local esta campaña, pero el Murcia tampoco, lo que habla de la seriedad en defensa del equipo que entrena Iñaki Alonso. «Nosotros en casa es donde más fuerte somos, pero sabemos que ellos son un equipo potente que encaja pocos goles. Vamos a intentar hacer nuestro fútbol, que es lo importante. Creo que si somos capaces de ser nosotros mismos tendremos muchas posibilidades de hacerles daño. Si conseguimos que no se sientan cómodos y estamos tan serios como solemos en los partidos de casa vamos a tener opciones, de como mínimo, igualar la eliminatoria», indica el centrocampista del equipo lucense.
Hay una premisa clara de cara al partido del domingo para que el Lugo remonte el 2-0 de la ida: no encajar un gol, así lo cree Carlos Pita. «Lo más importante es que no nos marquen, porque todo se nos pondría cuesta arriba. Tenemos que ser serios atrás y sobre todo no cometer errores. A partir de ahí debemos jugar como lo hacemos en casa; tener el balón y evitar que nos creen peligro al contragolpe», apunta.
«También será importante estar atentos a las jugadas a balón parado y si podemos, marcar el primer gol pronto, pero tampoco hay que volverse loco», añade en cuanto a lo que debe hacer el Lugo el domingo.
En cuanto al rival de los rojiblancos, el futbolista formado en las categorías inferiores del Deportivo destacó su orden defensivo. «El Murcia es un equipo muy serio defensivamente que no se descompone en ningún momento. Los cuatro defensas no se incorporan nunca al ataque y juegan con un mediocentro siempre por delante de la línea defensiva. Es difícil cogerlos desprevenidos. Después en ataque cuentan con jugadores de mucha calidad, pero no es un equipo que haga mucho daño con el balón, más bien al contragolpe y en las jugadas de estrategia», señala.
Teniendo en cuenta todo esto, Carlos Pita sospecha el tipo de juego por el que apostará el equipo que entrena Iñaki Alonso en el encuentro del domingo en el Ángel Carro. «El Murcia es un equipo que hace un fútbol bastante directo y creo que en Lugo van a hacer lo mismo que en la ida. No se van a descomponer atrás, van a ser serios defensivamente y a tratar de crear peligro a balón parado y en jugadas al contraataque», asegura.
Pita vio una extraña tarjeta amarilla en el encuentro de ida
Pita protagonizó una curiosa acción en el partido de ida cuando mediada la primera parte, con 0-0 en el marcador, vio una tarjeta amarilla por perder tiempo en el saque de un córner. Sorprendió porque era un tramo del partido en el que el Lugo estaba mejor que el Murcia, por lo que no se entendía esa pérdida de tiempo. «Es una jugada que tenemos ensayada; no se hicieron los movimientos y por eso no saqué. No estaba perdiendo tiempo, pero el árbitro se lo tomó así porque la gente silbaba. El árbitro estaba bastante nervioso, pero no pasó nada más»
