Jorge Prado disfruta en la arena del circuito de Lommel. Cada vez que llega a su segunda casa es para subirse al cajón y si es posible al peldaño más alto. Lo había hecho en todas las categorías y solo faltaba en la grande, en MXGP. El piloto lucense no falló este martes al conseguir el triunfo después de acabar segundo en la primera manga y ganar la segunda.
El Gran Premio de Limburg, segunda de las tres pruebas que este año acoge la pista belga, fue el escvenario de la tercera victoria de Prado en su año de rookie en la clase máxima y 34 en su fugaz curriculum. El genio de Lugo sigue escalando en el campeonato, es tercero con 476 puntos, a solo dos de Cairoli y está dispuesto a dar mucha guerra en las cuatro pruebas que quedan. El líder del Mundial, Tim Gajser, cuenta con 533.
Jorge partía en la cuarta valla de salida tras unos buenos entrenamientos en los que había trabajado positivamente en la puesta a punto de la moto. Sus reflejos y técnica en la salida volvieron a ser imparables y conseguía así sumar dos nuevos holeshot (ya lleva 16).
A partir de entonces el lucense rodó con gran consistencia y confianza para liderar la primera manga casi hasta el final; tras él Febvre y Gajser parecían sufrir para seguir su ritmo, mientras Seewer y Cairoli se contentaban con mantenerse en el top cinco para no ceder demasiados puntos.
Llegados los últimos minutos de manga, el incansable Gajser recortó su desventaja, se acercó a Jorge y esperó el único fallo de Prado en toda la carrera para pasarle por dentro y volar hacia la Victoria. Jorge intentó pelear hasta el último giro, pero primero los doblados y después una salida de pista le obligaron a conformarse con un meritorio segundo puesto.
La segunda manga parecía estar condenada a repetir guion. Los dos hombres más fuertes del campeonato se ponían en cabeza, Jorge lideraba hasta mediada la manga, cuando el esloveno pasó al ataque. A Prado le tocaba defenderse a uñas y dientes de Cairoli y Febvre que venían con ansias de podio cuando el motocross, ese deporte de riesgo, nos sorprendió con un golpe de teatro, Gajser se salía de la pista en una curva y su Honda se quedaba enganchada en una valla publicitaria perdiendo así varias posiciones.
El lucense volvía a liderar y lo hacía con su compañero de equipo y rival, Toni Cairoli, pegado a sus talones. El perro viejo estaba esperando a que al chaval le flaquearan las fuerzas para atacar y así lo hizo, pero no contaba con que el orgullo y la ambición de Prado le iban a impedir la ansiada victoria de manga.
En varias ocasiones ambos pilotos se emparejaron, lucharon sin contemplaciones y al final Prado se llevó el gato al agua cuando en el box de Red Bull-KTM ya estaban pidiendo un desfibrilador. Con su victoria de manga el 61 se aseguraba el gran premio y subía al podio por delante de Gajser, quien al final remontó hasta el tercer puesto, y de Cairoli.