Tito Díaz: Inteligencia al servicio del club y adaptación a la plantilla

Los breoganistas más veteranos, los que sufrieron y disputaron en el viejo Pabellón Municipal, recordarán a Tito Díaz como jugador en la Liga ACB exhibiendo su depurada técnica y su inteligencia para compensar, sobradamente, un físico poco adecuado para un deporte tan exigente en ese aspecto. Siempre poniendo el balón en el sitio justo, llevando de un lado a otro a la defensa contraria o haciendo inútil la presión de un rival aburrido de correr de esquina a esquina de la pista.

Pocos hubieran apostado, antes de verlo en acción, por un Tito Díaz entre los grandes del baloncesto español. Con él a los mandos del equipo, el Breogán consiguió su dos mejores clasificaciones históricas, un quinto y un sexto puesto. Fue pieza clave en un equipo que quedó grabado para siempre en la memoria del breoganismo, el que maravilló a mediados de la década de los ochenta.

Ahora, como entrenador llega a la ACB sin una experiencia previa. Es razonable que genere algunas dudas. Las mismas que habían cuando el Breogán apostó por mantenerlo como base titular llegando desde la Tercera División.

Los que lo conocen y, sobre todo, los que han trabajado con él, lo tienen claro. Le sobran conocimientos. Pero además, su inteligencia y su buena gestión del vestuario es una garantía. Muchos recordarán el gran trabajo del técnico lucense en el banquillo del Leyma Coruña y los aficionados breoganistas, sobre todo, sus defensas zonales ante el equipo  celeste. Pero que nadie se engañe, ése no es su baloncesto; es lo que requería la situación. La gran virtud de Tito Díaz está en sacar lo mejor de sus jugadores.