Villares ha entrado este domingo en la historia del Rácing Vilalbés al anotar el decisivo penalti que permitió al equipo de Óscar Gilsanz eliminar al Atlético Pulpileño en la primera eliminatoria de ascenso a Segunda División B, la primera vez que la entidad chairega conseguía este logro.
Antes, el partido nos había deparado un nuevo empate sin goles –como en la ida–, y ni la prórroga pudo hacer que se moviera el marcador. El total de 210 minutos jugados en este enfrentamiento no llegó para que alguien consiguiera marcar, lo que da buena fe del respeto mutuo que se profesaron ambos equipos.
La tanda de penaltis, por tanto, fue la encargada de repartir justicia, y ahí el Vilalbés estuvo más acertado. Álex Pérez, José Varela, el capitán, Pablo Vivero, y el citado Villares, lograron anotar en la ronda de castigo, registrándose solo el fallo de Xusto para el cuadro chairego. El Pulpileño erró dos de sus cuatro disparos, por lo que no fue necesario que tirasen el quinto.
Ni siquiera la baja del portero titular, Marcos Souto, puso nerviosos a los lanzadores del Vilalbés, ni a su sustituto en la meta, Javi Pita.
Alrededor de un centenar de aficionados vilalbeses recorrieron los casi 1.100 kilómetros que separan Vilalba de la localidad almeriense de Pulpí. Sin embargo las cerca de 14 horas de viaje saben mejor con un resultado como este, decidido además con suspense.