Una pasión que supera barreras

EL BREOGÁN es mucho más que un sentimiento y Juan Carlos López Yebra es un claro ejemplo. Este aficionado, sordo de nacimiento, repasa a sus 43 años cómo empezó su idilio con el conjunto breoganista. Fue allá por el año 1985.

"Me llevaron a un partido cuando el equipo jugaba en el Municipal. Veía cómo jugaban, la motivación del equipo y empecé a engancharme hasta que fue como un vicio para mí. Me emociona ver los partidos, las sensaciones, todas las emociones que vivo al ver a gente que conozco. El baloncesto es una afición, es como una admiración, en mi casa tengo muchísimas cosas de todo lo que envuelve al Breogán y al mundo del baloncesto. Hay algunos jugadores que veo que son buenos y cuando se van me queda una sensación triste con su marcha y me emociona contactar con ellos". Así explica Juan Carlos López Yebra ese idilio que establece con cada jugador que llega al Breogán y lo dice alguien que tiene en su casa todas los números de la revista Gigantes desde el año 1985.

Una relación increíble

Le encanta tener contacto con cada jugador del Breogán

Con mujer y un hijo, Juan Carlos es uno de los primeros aficionados en hacerse socio cada temporada y también uno de los primeros en llegar al Pazo cuando hay partido del Breogán. "Mi mujer fue socia, pero paró cuando se quedó embarazada, y el niño no tiene por ahora esa afición, no lo obligo, lo respeto. Yo le digo que venga, pero respeto su decisión. Mi mujer está harta de mí porque siempre estoy metido en el Pazo, siempre publico cosas del Breogán y cuando llega un fichaje del Breogán investigo para conocer más al jugador y ver cómo es", asegura al hablar sobre las posibilidades de ampliar la pasión celeste a sus más allegados.

En el domicilio de Juan Carlos López se pueden encontrar fotos, artículos, todo tipo de objetos vinculadas al equipo lucense. Es un domicilio que respira Breogán por los cuatro costados. Como todo aficionado, este sarriano tiene también sus ídolos y aquella gente con la que tiene más relación de los que formaron parte de la primera plantilla. Y no hay sorpresas.

Respecto y comunicación

Juan Carlos López se siente respetado y entiende si le hablan despacio

"Sergi Quintela y Salva Arco son con los que más tengo relación, me entienden porque saben que soy sordo y nos entendemos muy bien. Y al hablar de ídolos, el que más me gustaba era Manel Sanchez, era muy fan de él, a veces me lo encuentro, tiene una tienda de deportes y muchas veces voy por allí", dice.

Cuando pisa el Pazo dos Deportes, Juan Carlos López sólo se centra en el partido, en lo que se ve en la cancha, todo lo ocupa su equipo del alma. "Mi objetivo es animar al Breogán, hay otros equipos muy buenos, pero para mí lo más importante es animar al Breogán. Sé que el Real Madrid es muy bueno, pero para mí es mucho mejor el Breogán. Cuando ganó al Real Madrid me emocioné mucho", asegura un aficionado que ha vivido esta campaña la cara más triste con el descenso a la LEB Oro, pero que demuestra que es un ejemplo para todos el lealtad al club. Fijarse en sus gestos y su emoción al atravesar el pasillo del Pazo con todas esas fotos de exjugadores es algo enternecedor. "Seguiré apoyando al Breogán pase lo que pase, no lo voy a dejar nunca, no se me va a ir esa pasión y ese cariño. Hay que seguir si gana o pierde, siempre estaré ahí", asegura.

Juan Carlos López explica también cómo vive los partidos del Breogán alguien sordo como él, especialmente en lo que se refiere a lo que envuelven el ambiente. "No oigo, pero sé que la gente grita. De todos modos, mi objetivo es concentrarme en ver el partido. Lo que grita la gente me da igual. Cuando hablan no lo entiendo, tampoco en las presentaciones, yo solo aplaudo y los animo. Las vibraciones sí que se notan. Por mi zona se percibe porque el suelo me ayuda al notar que se mueve. Aunque, insisto, lo que quiero es mirar el partido y centrarme en eso", dice, a la vez que resume su relación con el resto de aficionados que lo rodean. "Me respetan, en la comunicación saben que soy sordo y me respetan bastante. La comunicación no es fluida, pero hablan despacio y así los entiendo perfectamente", explica.

Así es Juan Carlos López Yebra, un aficionado que viaja a ver a su equipo cuando los partidos se juegan en otras ciudades gallegas. Así, estuvo en el quinto partido del play off de ascenso en Ourense, también la pasada campaña en el partido en Santiago. "Fui a los dos y me sentí muy triste, lo que quería era que ganasen y anime hasta el final en ese quinto partido", comenta.

Al margen ya del Pazo Juan Carlos deja su última enseñanza. "Mi ilusión es que vuelva a la Liga ACB. Quiero que el equipo gane y regrese a esa categoría. A ver si tenemos más suerte esta temporada". Breogán en estado puro.