Ilusión y banco de pruebas. Disfrutar y aumentar una moral maltrecha tras un resultado adverso en la Liga. Apostar por un trofeo adyacente que permitirá observar a uno de los equipos de moda en la Primera División al mismo tiempo que se ofrecen minutos a los menos habituales. Esos serán los objetivos del Lugo este martes (19.30 horas) ante el Levante en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, un lugar desconocido para los rojiblancos en el nuevo milenio.
La última vez que el Lugo había enfrentado su escudo al de un Primera en competición oficial Felipe González todavía era presidente del Gobierno en España. En aquel 4 de enero de 1995 el Lugo recibió al Celta en el Ángel Carro en la tercera ronda del torneo del k.o. para ganar a los vigueses 2-1. A pesar de que la vuelta en Balaídos dejaría un 5-0 en contra, el partido disputado al lado del Miño es recordado por buena parte de la grada y pertenece a la colección de hitos del club.
Buscará el conjunto lucense repetir heroicidad este martes ante el Levante. Conseguir un triunfo supondría un impulso para todos. Primero para una afición desconcertada por la marcha del equipo en la Liga y el naufragio del proyecto de Javi López, destituido tras la derrota ante el Cádiz. Segundo para los futbolistas, a los que ganar a los granotas les daría un impulso en la confianza antes de afrontar un duelo decisivo este domingo (16.00 horas) en Reus. Y tercero para el propio club, al que superar al actual séptimo de la tabla en la máxima categoría del fútbol español.
Pero también será un partido útil para el nuevo entrenador, Alberto Monteagudo, que empleará los noventa minutos como banco de pruebas para su idea de juego.
Sin Javi López en el banquillo, los seguidores rojiblancos tendrán la primera toma de contacto con el nuevo técnico, que observará de primera mano a los jugadores con menos minutos y que pueden tener un nuevo protagonismo con el preparador manchego.
Ante el conjunto valenciano se podrá ver el dibujo por el que apuesta Monteagudo y sus intenciones sobre el césped.
También será clave la actitud del Levante. El preparador del conjunto granota, Paco López, avisó de que irán "a competir y a ganar cada partido con lo mejor que tenemos". El técnico aseguró que sus jugadores irán "con la máxima ilusión" y "con la idea de ganar el encuentro". "Nos ilusiona muchísimo la Copa del Rey y eso nos da energía y lo queremos transformar en un buen partido".
ONCE CON MENOS MINUTOS. El Lugo apostará por un once con futbolistas con menos minutos para que tengan ritmo de juego y correr con menos riesgos para los teóricos titulares de cara al duelo de Reus.
De este modo, Alberto Varo estará bajo palos, con Bernardo Cruz y José Carlos en el centro de la zaga y Luis Ruiz en el carril zurdo. En la derecha queda la duda del sustituto de Campabadal, ya que no hay un especialista sano para el lateral derecho. Guille Donoso, Iriome o un central -Vieira o Josete- completarán la defensa.
Por delante serán Ramón Azeez y Aburjania los encargados de dirigir la medular rojiblanca y controlar la pelota. Desde la segunda línea entrarán un Antonio Campillo con ganas de recuperar su sitio en el equipo y aportar pase y gol; Juan Muñiz, que pondrá el guante de su pierna izquierda al servicio del equipo, y Cristian Herrera, que partirá desde la media punta.
Arriba, Jona Mejía y Escriche se jugarán un puesto como delanteros para reivindicar su olfato de gol y disputar el puesto a Dongou de cara al domingo.
