El impulso necesario está a domicilio. Con la solidez y los resultados recuperados en terreno conocido, al Lugo le queda la mejora lejos del Ángel Carro para engancharse de nuevo a la lucha por los puestos de play off de ascenso y no quedarse descolgado en zona muerta. El primer obstáculo a superar será Tarragona, donde el Nástic espera este domingo con el triunfo como santo y seña para eludir la proximidad de los puestos de descenso.
Lejos de las urgencias, con la permanencia en la palma de la mano, el grupo dirigido por Francisco Rodríguez quiere cerrar el primer objetivo para pasar a cotas mayores. Alcanzar los 51 puntos supondría limar cualquier posibilidad de miedo para convertirla en la esperanza de luchar por un reto mayúsculo.
Se quedó muy cerca de lograrlo ante el Valladolid la jornada pasada. Con el juego de antaño, la ambición y la intensidad como bandera sobre la hierba, los rojiblancos rozaron el triunfo durante muchos minutos. La expulsión de Luis Ruiz les privó de aumentar el rendimiento en los últimos minutos, donde tuvieron una ocasión para superar a los de Luis César Sampedro.
Esa gran imagen, como la de hace tres semanas frente al Alcorcón, será la que busquen los lucenses en Cataluña. No quieren que se mantenga solo en casa, sino que esperan proyectarla más allá de la muralla romana y Tarragona debe ser el camino por el que empezar.
La última vez que el Lugo logró los tres puntos de una tacada a domicilio fue a 15 escasos kilómetros del Nou Estadi. Fue en Reus, el máximo rival autonómico del Nástic, donde el cuadro lucense ganó por última vez. Aquel tanto de Cristian Herrera en el minuto 14 le permitió a los de Francisco la última victoria lejos de casa. Desde aquel resultado: un empate en Cádiz (1-1) y tres derrotas seguidas en Zaragoza (2-0), Tenerife (3-1) y Córdoba (1-0).
Pero si el Lugo es romo lejos de su estadio, tampoco es un equipo afilado el Nástic en el suyo. Los tarraconenses no saben vencer en su propio terreno en 2018 y acumulan seis partidos sin ganar desde la última vez que vencieron, el 10 de diciembre ante el Sevilla B por 2-1. De esa docena de encuentros cinco fueron derrotas y solo lograron puntuar ante el Cádiz el 3 de febrero.
Esa incapacidad de celebrar triunfos es el asidero de los rojiblancos, que esperan acabar con un gafe que les ha impedido conseguir la regularidad de antaño para auparse, sin dudas ni pasos atrás, a la pelea por el ascenso a Primera División.
KRAVETS POR LUIS RUIZ. La ausencia de Luis Ruiz, sancionado tras ver la roja ante el Valladolid, será suplido por un Vasyl Kravets que jugó los 90 minutos en la derrota de la selección ucraniana sub 21 ante Inglaterra en Sheffield por 2-1.
El ex del Karpaty completará una defensa en la que no se prevén más cambios, después del buen encuentro ante los pucelanos. De este modo, junto a Kravets, serán Leuko, Bernardo y Josete los que protegerán a Juan Carlos de la ofensiva catalana.
Por delante, Fernando Seoane parece fijo para controlar la medular y evitar que los centrocampistas del Nástic se adueñen del partido. Carlos Pita, que vuelve a mostrar su enorme nivel con el paso de las jornadas, parece contar con las papeletas para acompañar al de Ames, aunque podría haber alguna opción para el nigeriano Ramón Azeez.
Por delante, Iriome podría repetir en la derecha y Campillo por dentro podrían repetir en el once, mientras que en la izquierda Albarracín, Fede Vico y Jaime Romero se disputarán un puesto en el equipo de salida. Arriba, Mario Barco o Manuel Jesús Vázquez florido, "Chuli", será el punta.
