Humildad y trabajo, capacidad de adaptación y honrar a un escudo y una afición que buscan disfrutar tras un año aciago. Ese será el credo de Pedro Munitis en el Ángel Carro para convertir al Lugo en uno de los grandes nombres de la Primera RFEF y navegar a la misma velocidad que los transantlánticos del Grupo I.
El de Munitis ha sido el gran nombre del verano del CD Lugo por su trayectoria como jugador y entrenador ¿Eso da un plus de presión?
No considero que sea el fichaje más importante. No creo mucho en la jerarquía, creo en el trabajo en equipo. Cada uno de nosotros debe tener muy claras las funciones que tiene que ejercer. A mí me toca tomar decisiones con el apoyo de todo el cuerpo técnico y luego tienen que ser bien ejecutadas por los jugadores. No creo que nadie sea más importante que nadie, sino que esto debe ser un trabajo en equipo bien hecho para que podamos tener éxito.
César Morgado hablaba de la humildad como seña de este equipo ¿Es así?
Por supuesto. Creo en ello al mil por mil. He tenido experiencias de estar en equipos con grandísimas plantillas que nunca se acabaron de convertir en un equipo y fue un fracaso y, en cambio, en otros equipos, que a lo mejor no tenían ese talento innato o jugadores que pudieran solucionar partidos por ellos solos, pero en los que todos tiraban en la misma dirección y acabamos teniendo éxito. Creo que estamos hechos de experiencias y la mía es esa. El trabajo acaba dando sus frutos.
¿Esta categoría premia la humildad por encima de todo?
Si tienes jugadores diferenciales que sepan poner su talento a disposición del equipo para que todos salgan beneficiados es una maravilla. Pero esto no es tan fácil de encontrar, sobre todo en esta categoría. No es sencillo incorporar el perfil de jugador diferencial con capacidad de entender que el equipo está por encima del todo.
¿La adaptación a la Primera RFEF será importante para competir desde el primer momento?
Esta es la mayor complejidad. Este equipo ha sido confeccionado casi desde cero. Son 19 jugadores los que había que incorporar cuando empezamos a confeccionar la plantilla, por lo que tenemos mucho margen de mejora. Hay ejemplos muy recientes de equipos recién descendidos a los que les costó comenzar, como el Amorebieta, que acabó ascendiendo y en la jornada 7 iba de último, o el Alcorcón, que hasta mitad de temporada no empezó a carburar. Esto dice la gran dificultad que tiene la transición de Segunda a Primera RFEF. Más aún cuando tienes un equipo totalmente nuevo. No hay milagros, el periodo de adaptación lo va a haber, lo único es que trataremos de ir sobreviviendo hasta que seamos capaces de conjuntar a todo nuestro equipo y dar nuestra mejor versión. Cuanto antes seamos capaces de que llegue la adaptación y los resultados será mucho más fácil para trabajar.
¿Este es un equipo de autor, hecho a la medida de Pedro Munitis?
Intentamos que sea así, sabiendo las dificultades que tiene el mercado. Nos tenemos que adaptar a nuestro contexto y a nuestras circunstancias y, en base a esto, estamos tratando de hacer el equipo lo más competitivo posible, dentro de los medios que tenemos, que no son ni muchos ni pocos, sino los nuestros.
"No creo que nadie sea más importante que nadie, sino que esto debe ser un buen trabajo en equipo para tener éxito"
¿Es bueno o malo el haber construido el equipo casi desde cero?
El inconveniente es que la adaptación va a llevar mucho más tiempo. Los jugadores casi no han jugado juntos anteriormente y que nosotros, salvo dos jugadores creo, no hemos tenido nunca. Pero la ilusión que tenemos, la consciencia que tenemos que esto sería así, la humildad para soportar cualquier situación adversa que se nos vaya apareciendo va a hacer que seamos capaces de ir sobrellevando cualquier dificultad y circunstancia que nos toque vivir.
Lo positivo es el conocimiento de la categoría de los jugadores que han llegado, saben qué se van a encontrar…
Eso es muy importante. Es fundamental. Esta es una categoría muy compleja en la que ganar es muy difícil, quizás más que en otras. Tienes que hacer una plantilla muy versátil, porque de una semana a otra, por el campo en el que te toca jugar o por la propuesta del rival, parece que estés jugando a otro deporte. Por eso tienes que ser capaz de tener la mentalidad y saber qué te vas a encontrar para adaptarte lo más rápido posible.
¿También la afición debe pasar ese periodo de adaptación para saber que ya no está en Segunda?
Claro que va a ser así. Cuando llegamos aquí, en la presentación con los jugadores les dijimos que cuando alguien llega a un sitio tiene que saber a dónde va y a dónde llega. La realidad es que venimos al Lugo, un equipo que ha estado en el fútbol profesional las últimas once temporadas, que viene de pasarlo mal, que el contexto que nos vamos a encontrar con nuestra gente es que viene de sufrir, de estar desencantada, y que nosotros tenemos que traer la ilusión para poderla enganchar de nuevo. Seguro que al principio va a costar porque vienen de pasarlo mal y acostumbrados a vivir en otro contexto. Esperemos engancharlos cuanto antes porque los necesitamos, esta temporada no va a ser fácil.
¿Cómo es el plan de Pedro Munitis para enganchar a la gente?
Para ver la mejor versión del equipo va a pasar tiempo, pero hay cosas que son innegociables y con las que la gente se siente identificada. Hay un lema en el túnel del estadio que dice que esto es el Lugo y aquí hay que sachar, y no hay más. Lo menos que podemos pedir a los jugadores es que se entreguen a muerte con humildad, sabiendo que habrá momentos en los que tocará brillar y otros en los que tocará sobrevivir, pero que el esfuerzo y la entrega estarán allí. Que nuestra gente se sienta identificada con eso es innegociable. A partir de ahí estamos trabajando muchísimo en lo táctico, en tener un modelo que nos permita llevar la iniciativa en los partidos y en ser proactivos con y sin balón.
¿El objetivo es el ascenso?
Si ahora mismo nos empezamos a marcar objetivos a medio y largo plazo nos equivocamos. Si miramos un día más allá del domingo estamos más cerca de perder el partido que de ganarlo. Marcarnos objetivos a largo plazo lo único que puede generar es distracciones y ansiedad y eso no nos va a ayudar. Nosotros no necesitamos objetivos a largo plazo para que la gente esté enchufada.
El último santanderino que entrenó al Lugo en Segunda B y que logró un ascenso fue Quique Setién. ¿Podría Munitis marcar una época como la marcó aquí Quique?
Ojalá, eso sería muy buena señal. Estamos hablando a largo plazo, pero no puedo evitar la pregunta, pero ojalá pueda pasar muchos años aquí en Lugo, porque es de estos sitios a los que llegas y no sabes el porqué pero te sientes muy bien. Ojalá seamos capaces de hacer un buen trabajo, que la gente se sienta orgullosa de nosotros, de lo que ve en el campo con su equipo y que vuelva a disfrutar del fútbol.
¿Qué le pediría a la afición?
No me gusta pedir antes de dar y todavía no he dado nada. Sería muy egoísta por mi parte pedir antes de dar. Pero sí que me gustaría decirle a los aficionados que los necesitamos, porque cuanto más tiremos todos en la misma dirección nos irá mejor. Creo que esta afición está acostumbrada a sachar y a sufrir y no le costará crecerse ante la dificultad.
¿Cómo va la adaptación de Pedro Munitis a la ciudad y al club?
Desde que he llegado aquí me siento como si estuviera en casa. Echo de menos a mi gente, pero me está siendo muy llevadero todo porque me siento muy en casa.