El croata Veljko Mrsic, entrenador del Río Breogán, no escondió su satisfacción por el histórico triunfo de su equipo en la pista del Monbus Obradoiro, donde nunca había ganado hasta este sábado. "Antes del partido dijimos que queríamos hacer historia y lo hemos conseguido. Esta temporada llevamos tres victorias ante el Obradoiro; es una pena que no volvamos a jugar contra ellos", ironizó Mrsic en su comparecencia ante los periodistas.
Para el croata, una de las claves del partido estuvo en que su equipo fue capaz de "evitar" que su rival pudiera correr y hacer puntos en transiciones: "Para ganar fuera de casa es muy importante minimizar las pérdidas y controlar el rebote, y lo conseguimos".
Admitió que a sus jugadores le costó adaptarse al ambiente del Fontes do Sar, "al principio hubo mucho nerviosismo, jugamos con mucho corazón pero sin cabeza", pero él sabía que iban a tener la opción de volver porque "el Obradoiro suele tener altibajos".
"En el descanso hablamos de tener paciencia porque el Obradoiro, vaya ganando o perdiendo de 10 o 14 puntos, suele tener altibajos. En la segunda parte ellos no tuvieron tanto acierto, y nosotros atacamos con más cabeza para encontrar mejores tiros. A partir de ahí ya controlamos muy bien el partido", subrayó.
Moncho Fernández: "Nuestras pérdidas en el último cuarto fueron decisivas"
Moncho Fernández, entrenador del Monbus Obradoiro, señaló que "las pérdidas" de su equipo en el último cuarto, tres de ellas consecutivas justo después de que se pusieran por delante, fueron "decisivas" para el triunfo del Río Breogán en Santiago.
"Cuando estábamos 13 arriba cometemos dos errores garrafales que nos costaron 6 puntos y que ellos se fueron con una desventaja de ocho puntos. La segunda parte ya fue otra historia. Hay dos factores que fueron decisivos ahí: nuestro desacierto y, sobre todo, las pérdidas. Cada pérdida en primera línea supuso una canasta fácil suya", analizó Moncho Fernández.
En ese sentido, ahondó en las tres pérdidas "desastrosas" de sus jugadores que permitieron al Breogán coger de nuevo una renta de ocho puntos (64-72) porque "ahí se acabó el partido, ya no tuvimos opción de volver".
"Me hubiera gustado ganar por lo que significa para la afición, pero no deja de ser una derrota más", concluyó Moncho Fernández, que no pudo celebrar su partido número 400 como técnico en la ACB con un triunfo en el derbi.