Hay ocasiones en las que es necesario empezar por el fin. Aunque en este caso este final no sea el del encuentro, sino el del último cuarto. A falta de 24 segundos para la conclusión, el Manresa se puso tres puntos arriba gracias a dos tiros libres anotados tras una controvertida antideportiva (74-77). Cuando quedaban solo 12, otra falta a favor de los manresanos semejaba sellar definitivamente el choque. Pero no, los dos fallos de Taylor desde el 4,60 propiciaron que el Río Breogán dispusiera de una última bola.
Sergi Quintela anotó, a falta de 3.9 segundos, tres tiros libres tras una angustiosa espera, ya que su lanzamiento fue revisado en el Instant Replay para saber si era de dos o tres puntos. En la siguiente posesión del equipo de Pedro Martínez, Vaulet pisó la línea y, ahora sí, dejó otra vez la última pelota en manos del Breogán con 1.9 segundos por jugar. Momirov asumió los galones y falló, condenando el partido a la prórroga.
En el tiempo añadido solo anotaron Diouf desde la personal (5/6) y un triple Sergi Quintela, lo que puso a cantar a un Pazo enfervorezido. No fue suficiente. El conjunto de Mrsic perdió su ventaja en el marcador cuando iba uno arriba (85-84, minuto 44) porque concedió tres rebotes ofensivos a su rival, que finalmente anotó desde 6,75 metros. El pívot italiano del Breogán perdió dentro de la zona la pelota que hubiese propiciado el empate y, ahora sí, murió el partido. Salió cruz. Infausto final para un animado partido.
El Breogán se vació en el choque, especialmente en una segunda parte colmada de agresividad defensiva, esfuerzo y orgullo. Supo sobrevivir a todo; al enorme acierto del rival (10/19 en triples en el primer tiempo); y a sus propios infortunios: Jogela no pudo jugar, Agravanis se retiró con molestias muy pronto y Polite tampoco acabó el encuentro. Sin duda pasó factura el largo desplazamiento a Andorra el viernes. Cuando pudo correr, el cuadro celeste mostró su mejor cara. En estático volvieron los fantasmas. Supo sacar partido de las penetraciones —tiró 39 tiros libres, de los que convirtió 33—. Su lacra este domingo estuvo también en las 20 capturas que concedió debajo de su aro en momentos clave.
El inicio del partido fue trepidante, con mucho ritmo y una defensa pegajosa del Manresa, aprovechándose en ataque del dulce momento anotador de su base Dani Pérez. Pero el Breogán no le perdió la cara (9-10, m. 4). El Manresa logró pegar un estirón gracias a su estupendo porcentaje en el tiro de tres puntos (6/8 al final de este cuarto), lo que obligó a Mrsic a parar el partido (11-19, m. 7).
El cuadro celeste en esta ocasión no abusó del lanzamiento exterior, pero no estaba cómodo y en defensa no mordía —a falta de 34 segundos para el final del cuarto, cometió su segunda personal—. El periodo se cerró reflejando la superioridad visitante (18-28).
En el segundo cuarto, el Breogán intensificó su defensa para cortar la sangría anotadora del rival y logró recortar las diferencias; además, los jugadores de Mrsic podían correr, con un Érik Quintela muy inspirado. Un espectacular 2+1 de su hermano Sergi y dos tiros libres de Juan Fernández dejaban la ventaja en solo 3 (27-30, m.14). Pero como si de un déjà vu se tratase, dos triples de Pérez y Jou estiraron de nuevo el electrónico.
Se luchaba duro por cada rebote, por cada balón dividido en un duelo tremendamente físico. En ese contexto brilló Juan Fernández en la zona y las canastas se intercambiaban (34-41, m.18). Los dos últimos minutos fueron trepidantes, no había tiempo ni para pestañear en esta batalla. 43-49 al descanso.

La segunda parte comenzó con la misma celeridad. Cinco puntos consecutivos de Juan Fernández y dos tiros libres de Sergi García tras una antideportiva permitieron a los de Mrsic seguir vivos. El choque era un correcalles, con ambos equipos interesados en hacer transiciones rapidísimas, lo que multiplicaba los errores. Un triple de Rudán y dos puntos de Ventura tras una antideportiva dieron, por fin, la vuelta al marcador (57-56, m.26). El Manresa se agarraba solo al lanzamiento exterior y a las segundas —y terceras— oportunidades que le concedían las manos blandas del Breogán en el rebote defensivo. Un palmeo de Diouf permitió abrir un mínimo pero interesante hueco ante un Manresa muy descertado en ataque. 64-59 al final del periodo.
Empezó fallón el último cuarto el Breogán, lo que obligo al técnico croata a parar pronto el choque (64-63, m.32). El juego tomó una pausa, se hizo más controlado. Esta tesitura de ataques estáticos, sin poder correr, favoreció más a los pupilos de Pedro Martínez (66-67, m. 35). Anotar se convirtió en algo plomizo para ambos, sobre todo para los celestes, que solo habían anotado dos puntos en este cuarto a falta de 3.39 minutos para el final (66-69). El Instant Replay solicitado por Mrsic le concedió falta antideportiva sobre Rudan y el Breogán tuvo en su manos recuperar la iniciativa. Pero no. El rebote defensivo de nuevo le dio vida al Manresa. Y así se llegó a los 24 segundos finales con 74-77 en el marcador. Pero no fue el fin, como ya se ha dicho.
89.- Baxi Manresa (28+21+10+18+12): Dani Pérez (20), Travante Williams (12), Musa Sagnia (3), Juampi Vaulet (3) y Martinas Geben (11) -equipo titular- Badio (10), Devin Robinson (18), Guillem Jou, Dani García (1), Steinbergs (5), Zohore (3) y Brandon Taylor (3).
Árbitros: Carlos Cortés, Esperanza Mendoza y Rubén Sánchez Mohedas.
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la liga Endesa disputado en el Pazo dos Deportes de Lugo.