De una misma raíz, pero con distintos sueños

Lugo y Ponferradina compartieron ascenso a Segunda hace cuatro temporadas y desde entonces han descrito una trayectoria regular los rojiblancos y con altibajos los bercianos
Jonathan Pereira escapa de Pavón y Basha, de la Ponferradina, en el partido de la primera vuelta
photo_camera Jonathan Pereira escapa de Pavón y Basha, de la Ponferradina, en el partido de la primera vuelta

El estadio de El Toralín vivivirá el domingo desde las 17.00 horas un nuevo episodio en el denominado derbi de Os Ancares entre el Lugo y la Ponferradina. Los dos equipos, con tantas cosas en común, compartieron la alegría del ascenso en la temporada 2011-12, aunque a lo largo de estos cuatro años en Segunda División han vivido momentos y trayectorias un tanto opuestas.

Si algo ha caracterizado al Lugo en Segunda es la regularidad. Y es que los rojiblancos jamás han ocupado posición de descenso desde su regreso a la categoría, en agosto de 2012, y siempre se movieron al final de cada campaña en una posición bastante semejante. En su regreso a Segunda, en la temporada 2012-13, el Lugo acabó undécimo con 56 puntos; una temporada después fue duodécimo con 54 puntos y la temporada pasada el Lugo terminó decimoquinto con un total de 49 puntos. Ahora, a cinco jornadas para el final, los rojiblancos, con 51 puntos, tienen la permanencia virtualmente asegurada e incluso tienen ante sí el reto de batir su mejor puntuación en la categoría, los 56 puntos de la temporada 2012-13.

En la trayectoria de la SD Ponferradina en estas cuatro temporadas hay una característica muy clara, la irregularidad. El conjunto de El Toralín ha vivido picos muy acusados y ha pasado de luchar por el ascenso unos años a meterse en problemas en otras. Como la actual. Así, en la campaña 2012-13, el conjunto berciano, con 66 puntos, rozó la fase de ascenso al terminar séptimo. Nadie por Ponferrada olvida el último partido de aquella temporada entre Lugo y Ponferradina en el Ángel Carro y que acabó con empate a dos, lo que dejaba a los bercianos sin opciones de jugar la promoción. Los dos goles del entonces rojiblanco Mauro Quiroga acabaron con el sueño de la Ponferradina.

Pronto llegaron las tinieblas porque a la campaña siguiente la Ponferradina fue decimosexta con 51 puntos, solo uno más que el primero de los equipos que descendió. Los bercianos se salvaron por muy poco, ayudados por marcadores como la victoria por la mínima del Lugo ante el Mirandés (1-0), que mandó al conjunto burgalés a Segunda B, aunque luego fue repescado por el descenso administrativo del Murcia.

Al año siguiente siguió el tobogán y tocó ilusión por Ponferrada en una campaña en la que el equipo terminó séptimo con 60 puntos, solo a uno del sexto clasificado, el Real Zaragoza.

En la presente temporada el destino marcaba sufrimiento para los bercianos y se está cumpliendo. La Ponferradina ocupa puesto de descenso con 40 puntos y afrontará el derbi en un escenario opuesto al de los rojiblancos.

Hace cuatro temporadas, al Lugo le tocó sonreír en Cádiz y a la Ponferradina en Tenerife. Ahora, el partido del domingo supone para unos la ocasión de alimentar un sueño y para otros la obligación de ganar para huir del descenso. Lugo y Ponferradina se han enfrentado dos veces ya esta temporada. En la Liga, el Lugo superó por 3-1 a los bercianos tras remontar un tanto de Pavón; en la Copa la Ponferradina eliminó al Lugo con un gol de Yuri (1-0). Nunca un equipo echó tanto de menos a un jugador.

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