Oviedo y Breogán: meta distinta pero la misma necesidad

Ovetenses y lucenses buscan esta tarde un triunfo básico para sus opuestos objetivos, la permanencia y el ascenso respectivamente
Nurger intenta lanzar a canasta ante un jugador del Oviedo. XESÚS PONTE
photo_camera Nurger intenta lanzar a canasta ante un jugador del Oviedo. XESÚS PONTE

Liberbank Oviedo y Leche Río Breogán, que se enfrentan este sábado a las 18.30 horas en el Polideportivo ovetense de Pumarín, afrontan el encuentro con la misma necesidad de victoria aunque sus objetivos actuales son contrapuestos. Los asturianos, en una temporada complicada, necesitan reaccionar para no complicar todavía más sus aspiraciones de permanencia. Es especialmente importante para los jugadores de Javi Rodríguez volver a sentirse fuertes en su cancha, donde hasta ahora han sufrido más fracasos (seis) que victorias, solo dos. Está claro que hoy saldrán a por todas.

El Leche Río Breogán tampoco está para regalos. Su distancia con respecto a la primera plaza -tres triunfos-, a la que todavía no renuncia, es lo suficientemente importante como para obligarle a realizar una segunda vuelta casi inmaculada. Y esto empieza por no ceder ante uno de los equipos que ahora mismo ocupan posición de descenso y en una cancha donde esta temporada han ganado todos los visitantes, a excepción del Mallorca, en la primera jornada, y del Granada, en la decimotercera.

No sirven las excusas. El Breogán ha tenido lesiones y ausencias significativas. Incluso durante esta semana jugadores como Mo Soluade, aún dolorido del golpe en un hombro, Ahonen o Fall han sufrido distintos problemas físicos que les ha impedido entrenarse con normalidad pero no dejan de ser circunstancias que, más o menos, en la misma medida han afectado también al conjunto asturiano.

La resolución del encuentro estará en lo que ocurra en la cancha. Y ahí es donde los jugadores de Diego Epifanio tendrán que demostrar que la mejoría experimentada en las últimas jornadas -con la excepción del encuentro ante el Almansa- tiene continuidad y esto implica ver a un equipo dedicado y esforzado en defensa y también capaz de saber jugar con el marcador a favor. No hay nada peor que dejar crecer y coger confianza a un rival teóricamente inferior y además necesitado.

El Oviedo, consciente de lo que se juega, se agarrará al partido como sea y, desde luego, dispuesto a aprovechar la más mínima debilidad que muestre el rival. Los jugadores de Javi Rodríguez tienen más calidad de lo que en estos momentos demuestra la clasificación y no sería una buena noticia que iniciaran su esperada reacción precisamente esta tarde.

EL ATAQUE. Los principales problemas del Oviedo hay que buscarlos en el ataque -es, junto con el Marín, el único equipo que no llega a promediar los 70 puntos por encuentro- y también en el rebote, sobre todo en el ofensivo, donde es el peor equipo de la Liga a pesar de que sus porcentajes no son precisamente destacados -solo supera en acierto al Marín-.

Si el Breogán es capaz de aprovechar esa debilidad en el rebote de su rival tendrá muchas opciones de victoria. Cuando el conjunto lucense es capaz de dominar los rechaces bajo su tablero -además de impedir segunda opciones a su rival- completa sus opciones de anotación -en muchas ocasiones demasiado centradas en el lanzamiento de tres puntos- con transiciones o contraataques con lo que avivan notablemente su ritmo de juego y anotación.

En la primera vuelta, en el partido disputado en el Pazo, el conjunto lucense se impuso con comodidad (72-54) aunque ambas plantillas han cambiado desde entonces. En el Oviedo causaron baja Tree Coggins, Gunnar Olafsson y Guim Expósito y en su lugar llegaron el base Jorge Sanz, el escolta letón Davis Geks (tercer anotador del equipo después de Reyes) y Rolandas Jakstas.

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