El Melilla Baloncesto no quiere perder la cara a la lucha por la primera plaza al final de la fase regular. Para ello es fundamental que el conjunto norteafricano gane el próximo sábado (19.15 horas) en el Pazo dos Deportes de Lugo, al Cafés Candelas Breogán.
Si los de Alejandro Alcoba logran la victoria, y si además es por más de cuatro puntos de diferencia, quedarían con once jornadas por delante a solo dos triunfos del conjunto lucense. Sin embargo, una derrota llevaría al próximo rival breoganista a pensar directamente en los play off por el ascenso ya que quedaría distanciado en cuatro triunfos más el average del equipo lucense. Una distancia realmente insalvable cuando ya ha avanzado la segunda vuelta de la temporada.
El conjunto melillense afronta el encuentro después de ganar de forma consecutiva sus seis últimos encuentros, lo que indica el buen momento por el que atraviesan. Los norteafricanos han respondido además en las canchas más complicadas ya que venció en la pista del Prat, en la del Manresa –a éste le ganó los dos partidos o en la del Palencia. Es decir, en estos momentos, antes de celebrarse el partido del sábado, el Melilla se podría convertir en el principal rival del Cafés Candelas Breogán, simplemente con ganar en su cancha al actual segundo clasificado. De ahí, la relevancia especial que adquiere este encuentro para los melillenses.
Que el Breogán, único equipo de la liga que permanece invicto como local, reciba el conjunto más en forma, las seis victorias consecutivas del Melilla son la mejor serie abierta, dan un toque muy especial al encuentro y avisan sobre el momento de juego y confianza que vive un conjunto que siempre está entre los grandes favoritos. Los melillenses ocupan actualmente la tercera plaza de la tabla con 16 triunfos y seis derrotas. En los encuentros jugados a domicilio su bagaje es de 8 victorias y cuatro derrotas lo que le convierte en uno de los equipos más resolutivos a domicilio.
Al margen del buen momento de resultados, los pupilos de Alejandro Alcoba llegan a Lugo después de protagonizar un auténtico repaso al Huesca (92-48), en un partido que, además, reforzó su confianza en especial en los lanzamientos de tres puntos donde llegaron a anotar un total de 17 con solo 26 intentos.
El Melilla, como viene siendo habitual en las últimas temporadas, realizó un importante esfuerzo para confeccionar una plantilla en la que, prácticamente todos sus jugadores, tienen una amplia y exitosa experiencia en la LEB. Son los casos de los bases Dani Rodríguez (llegado del Palencia) o Miki Servera (Navarra), de los escoltas Edu Durán (Tau), Diego Kapelan (Ourense), de los aleros Pablo Almazán, junto con el pívot Massine Fall los únicos que continúan de la pasada temporada, Filip Djuran (Coruña) y Juan Rubio (Cambados) y los pívots Fran Guerra (Ourense), Javi Lucas (Coruña) o Mamadou Samb (Palencia).
Fran Guerra es su principal referencia. El pívot no solo es el máximo anotador del equipo sino también su mejor reboteador, aunque el resto de la anotación depende en gran medida de los jugadores de perímetro como Dani Rodríguez, el otro gran referente del Melilla, Diego Kapelan y Pablo Almazán. El conjunto melillense tiene toda una batería de jugadores de calidad, tanto para el juego interior, como para desequilibrar un duelo desde fuera.
